II

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Lunes 11, Julio 2011.

En pasos torpes nos dirigimos al sillón de la sala mientras nos sacábamos las prendas. Me senté a horcajadas sobre él mientras éramos iluminados por la luz de la luna que entraba por el inmenso ventanal.

Sus manos eran cálidas pero su pecho estaba frío, mis manos lo recorrieron hasta llegar al borde de su pantalón. Lo vi respirar pesado y sonreí. Sus mejillas estaban rojas, pero no podía verlo del todo por la falta de luz.

Él tomó mi rostro y volvió a unir nuestras bocas, mientras, yo dejaba caricias húmedas sobre el bulto en su pantalón. Nuestras lenguas se unían de forma lascivia y rápida.

Di un jadeo al sentir sus manos en mis pechos, los masajeo de forma suave y dulces, como lo hacía Draken luego de un día estresante en el taller.

Me separé del beso al sentir mi respiración irse cuando metió su mano debajo de mi vestido buscando mi parte íntima. Metí mi mano en su pantalón de vestir y masajeé su miembro notándolo sumamente duro y caliente ante mi tacto.

Su respirar en mi oído me daba la satisfacción de saber que yo provocaba su estado actual.

Solté un gemido cuando introdujo un dedo en mi. Se sentía tan bien. Se había convertido en una guerra por quien le daba mayor placer al otro.

Acercó sus labios a mi cuello para dejar marcas a su antojo y callar los dulces gemidos que emitía.

-¡Mierda!~- Chillé al sentir otro dedo en mi interior -Ya no aguanto- Susurré como pude con voz rasposa.

-En mi billetera hay un condón- Me estiré hacia atrás para alcanzar el pantalón y buscar su billetera, percatándome de que tenía una Black Card ahí. Jadee cuando hizo tijeretas con sus dedos aún en mi interior de forma impaciente.

Saqué el condón, ansiosa por sentirlo y lo abrí lo más cuidadosa que pude. Volví a su cuerpo y masajeé su miembro para colocar el preservativo.

Una vez estaba listo sacó sus dedos de mí y tomó su miembro para colocarlo dentro. Bajé lentamente y ambos suspiramos al sentir la punta entrar.

Bajé un poco más mi cadera sintiéndome llena.

-Aun te falta- Me susurro con dificultad. Di un sentón y noté la diferencia, sí que me faltaba. Lo escuché gruñir por mi acción y gemí provocativa de forma divertida. Comencé a dar sentones viéndolo volverse un desastre entre gemidos y balbuceos.

Empecé a gemir y jadear desesperadamente, mis piernas se cansaban rápido, el ayudaba mis movimientos con sus manos y me empujaba contra su cuerpo sintiendo el calor de nuestros pechos juntos.

-Estas siendo muy ruidosa- Murmuró y metió sus dedos en mi boca, los mismos con los que me había masturbado. Sentí el sabor fuerte en mi boca y los chupé de forma lasciva. Eso pareció calentarlo más.

Hizo presión en una de mis nalgas de forma bruta, lo que me hizo jadear y poner los ojos en blanco.

Mis piernas se adormecieron a los minutos después de venirme, pero seguí un poco, esperando su liberación.

-Sigue un... poco m-más- Apenas pudo formar esa frase y me había motivado a seguir.

Se vino en un gran gemido tirando su cabeza hacia atrás. Nos quedamos quietos recuperando el aire, mientras veía su cuerpo, su camisa aún tenía una manga en su brazo colocada y su pecho subía y bajaba de forma apresurada.

Dio su mirada con la mía y tenía una pequeña sonrisa en el rostro.

-¿Lista para la segunda ronda?- No me dejó responder cuando se levantó conmigo encima y me tomó de la cintura. Enrollé mis piernas en su cadera y comenzó a caminar hacia la habitación.

En las siguientes dos rondas estuve tan sumisa que no me reconocía. Solo podía decirle que siga y que lo haga más fuerte, porque realmente se sentía muy bien.

~~~

Martes 12, Julio 2011.

Me desperté con una punzada en la cabeza. Me senté en la cama y vi la habitación, esa no era mi casa. Escuché un ruido y unos pasos acercarse.

-¿Ken?- Dije inconscientemente -Tú no eres Ken- Mi tono salió firme al ver un chico rubio de cicatriz, sin remera y muy guapo, con una taza de café en su mano frente a mí.

Entonces todos los recuerdos llegaron a mi mente como un golpe de realidad. Rápidamente busqué mi celular.

-¿Buscas esto?- Miré al chico, tenía una mirada relajada y en su mano lo que buscaba. Me limité a asentir y me lo lanzó suavemente.

Prendí el aparato encontrándome con demasiadas llamadas y mensajes de Draken. Solo pensar en él me dio dolor de cabeza.

Miré al rubio con una mueca, él seguía bebiendo su café.

-¿Quieres uno?- Me ofreció.

-Cargado, por favor- Asintió para salir de la habitación -Puedes darte una ducha, es la puerta de la derecha- Escuché que me dijo desde la cocina.

Me paré y caminé rápido a donde me había dicho, entré y efectivamente era un baño.

Miré mi reflejo en el espejo; Manchas de rímel bajo mis ojos, despeinada y con múltiples marcas moradas y rojizas por toda mi piel. Si Draken me viera así mataría a ese chico.

04/05/22

Infiel|| Inui SeishuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora