CAPITULO 4: TRATO

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En la empresa Bakugo, el alfa pelicenizo se encontraba haciendo algunos informenes pequeños en la computadora, en eso Eijiro y Denky entran a su oficina con un rostro serio.

- Bakugo el omega acaba de llegar - dijo el canario, Katsuki dejo lo que estaba haciendo y los miro

- Hasta que aparece... Kirishima despeja todo el piso no quiero interrupciones, pikachu ve por él, usteden también estarán presentes

- Entendido Bakugo - respondió Eijiro

- Vuelvo enseguida - anuncio el omega mientras salia junto al alfa pelirrojo cerrando la puerta tras él. El cenizo por su parte apagó su computadora y sonrió ladino

- Veremos que verdaderamente ocultas omega - dijo para si mismo mientras esperaba pacientemente

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El pecoso una ves dentro fue a recepción donde se encontraba una omega de pelo café claro, labios morenos y ojos cafes, atendiendo.

- Buenas tardes - saludo llamando la atención de la joven, ella la miró detenidamente y sonrió burlesca - Se encuentra el señor Bakugo? Necesito hablar con él - vio como la omega hacia una mueca divertida

- Lo siento cariño... dudo que quiera estar con alguien como tú - el menor tenia una vena marcada en la frente con molestia, pero no se hiba a dejar rebajar por ella

- Señorita le pido que deje de comportarse con una puta de quinta - escupió molesto, la omega la miró mal

- Solo digo lo que pienso de un horrible omega, por lo menos yo sin tengo pretendientes - presumió mientras se ponia en una pose sensual

- Pobre del diablo que este con una prostituta regalada como tú - insulto poniendo furiosa a la recepcionista

- Como te atreves a insultarme?! Noneres nadie para hablarme así! - él río con ganas

- Créeme que si me conocieras, no hablarías así - respondió divertido, esa omega solo era una piedra fácil de quitar

Antes de que la chica dijera o hiciera algo el omega rubio apareció ella decidió callarse, no quería tener una llamada de atención y que le despidieran.

- Hola Todoroki - saludo lo nas normal posible el canario - Que te trae por aquí?

- Hola Kaminari... vine a entregar unos documentos al señor Bakugo... pero la enpleada no me ha dicho si esta o nó - dijo ganandose una mora de odio de la pelicafé

- Ignorala ella es asi de tonta - dijo sin pena ya que también le caia muy mal - Bueno vamos el señor Bakugo te está esperando... acompáñame - dio media vuelta y fue al ascensor siendo seguido por el pecoso

- La mayoría de sus empleados son así? - pregunto una ves dentro

- No... ella es así porque quiero que Bakugo se fije en ella... no la despide porque no hace nada mal su trabajo y quiere ahorrarse tiempo buscando otro reemplazo

- Tiene sentido

- Por cierto por qué las ganas?

- Mis ojos se irritaron últimamente asi que me pongo goteros y uso gafas por precaución - dijo tranquilo

No dijeron nada más hasta que llegaron al último piso donde estaba la oficina de Katsuki, no habían personas alrededor lo cual era extraño porque ayer si vio algunas personas pasando de un lado a otro, sus sentidos se pusieron en alerta mientras se acercaba a la oficina se podía oler el aroma de dos alfas uno era cedro y el otro era a caramelo quemado, el rubio toco la puerta y un "adelante" se escucho dentro, ambos entraron el alfa pelirrojo estaba en un sillón mirandolo fijamente al igual que el alfa cenizo desde el escritorio con el seño fruncido " siempre tendra esa cara? " se preguntaba mentalmente

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