CAPÍTULO 17: NUESTRO NUEVO COMIENZO

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El sol apenas empezaba a asomar en el horizonte dando comienzo a un bello y nuevo día, las cortinas apenas cubrían la luz del exterior, los rayos de sol que se colaban por las aberturas llegaron a la cara de un alfa de cabellera rubia ceniza que estaba recostado boca arriba sobre el estaba el omega recostado en su pecho.

Cuando la luz empezó a molestar al alfa este arrugó las cejas e intentó moverse para seguir durmiendo, pero al sentir el peso sobre él decidió despertar, soltando un gran bostezo abrió los ojos, sentía como si lobo estaba recostado sobre sus patas con la cola moviéndose de un lado a otro, estaba satisfecho con lo que hizo. Sintió un pequeño movimiento encima de él para fijarse en su pareja, aquel omega que relucía una bella marca en su cuello.

Sonrió complacido, tenía lo que siempre quiso, un bello y perfecto omega que le amaba por lo que él era y no lo que tenía, un compañero con quien pasar el resto de su vida, su otra mitad y la madre de sus futuros hijos.

Abrazo a su pareja acercando su nariz a su cuello para aspirar el fragante aroma de su omega, era como estar en un bosque fresco sobre las cenizas, escucho un ronroneo salir de los labios de su pecoso haciéndolo sonreír, beso la zona donde estaba su maraca para separarse y besar los labios del omega.

- Buenos dias mi bello angel - saludo dándole varios besos en el rostro haciendo que el pecoso se quejara por ser despertado tan temprano, se movió acurrucándose en el fornido pecho del alfa - Es hora de despertar... ya pasaron los cinco días bebé

- Mmmm ⁓ - gimió sin querer despegarse de su alfa - No quiero - enterró su cara en el pecho del alfa haciéndolo que este se riera por lo mimoso

- Vamo amor... debemos salir de aquí... darnos un baño y comer - masajeo la espalda del omega con suavidad que el desconocía que poseía

- Un ratito más - dijo abriendo levemente un ojo y sonriéndole dulce para convencerlo

- Bien... estemos un rato más - dijo rendido, se giró para acomodarse y seguir abrazando a su pelusa verde que se acurruco a su pecho para seguir sintiendo el agradable calor que el alfa le transmitía 

Estuvieron toda la mañana acostados en la cama dándose uno que otro mimo hasta que el estómago de ambos sono exigiendo comida, a regañadientes el omega no le tocó más que levantarse pero un dolor agudo en su caderas lo dejo entumecido, Katsuki al notarlo lo cargó hacia el baño para asearlo y quitarle todos los fluidos que quedaron de la actividad que tuvieron anoche.

- No te duele nada?... algún malestar o incomodidad? - preguntó mientras tallaba el cabello del pecoso

- A decir verdad... me cuidaste bien... no tengo mucho dolor a decir verdad - dijo algo sonrojado al sentir como de su entrada salia un poco de la esencia del alfa, decidió ignorar aquello y se abrazó más a su pareja dándole una dulce sonrisa a su alfa - Gracias por todo mi alfa - escucho un ronroneo salir del cenizo por ser llamado de esa manera

- Quien debería dar las gracias soy yo mi omega - tomo las mejillas de su pareja y le dio un dulce beso sobre los labios - Gracias por aparecer en mi vida... eres lo mejor que me ha pasado, te amo tanto Deku - los ojos del omega se pusieron brillosos pero aun así le sonrió a su alfa

- Yo tambien te amo Kacchan 

- Crees que estés embarazado?... lo hicimos sin protección - el omega ronroneaba por las caricias de su pareja pero escucho la pregunta

- No lo creo amor... tal vez no te dije por vergüenza pero... unos meses antes fui a una clínica... debido a mi reacción alérgica con las pastillas decidieron ver si un implante sería adecuado... decidí usar el de tres años - el cenizo escuchaba atentamente lo que su omega le contaba, estaba un poco desilusionado por el hecho de que su omega no quedara en cinta

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