Capítulo 1

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A Josejan (mejor conocido como Jota) no le gustaban las mudanzas, pues durante casi toda su vida ha tenido que mudarse por culpa del trabajo de su padre y desafortunadamente a él no le quedaba otra opción, más que acostumbrarse.

Era difícil para él hacer amigos, es por eso que no tenía y mucho menos había salido con alguna chica.

Esta vez le tocó mudarse a la Ciudad de México y esperaba por lo menos terminar su último año de prepa aquí.

Jota caminaba por los pasillos de la preparatoria Padua, una escuela con un nombre un poco extraño para él. 

Necesitaba llegar con la consejera antes de que iniciarán las clases, pues no quería llegar tarde el primer día. 

Cuando logró encontrar la oficina de la consejera, se percató de que la puerta se encontraba abierta, aún así se quedó quieto en la entrada y antes de que pudiera hablar, la consejera le hizo una seña para que entrará. Jota obedeció y se sentó en una de las sillas enfrente de su escritorio.

La consejera se encontraba escribiendo algo en su laptop, se veía tan concentrada haciéndolo.

Jota no pudo evitar inspeccionar el lugar, lo primero que observó fue un pequeño letrero encima del escritorio con el nombre de la consejera, Amelia Fuentes.
Era una señora un poco mayor de aspecto interesante; su cabello era de un rojo intenso, incluso las raíces ya se le notaban, por lo que pudo notar que ya necesitaba un retoque; su ropa era algo que le llamó la atención, pues llevaba un vestido floreado de color verde obscuro y un saco rosa fosforescente.

Pasaron algunos minutos y la consejera seguía escribiendo en su laptop, Jota no quería interrumpirla, pues él pensaba que tenía mucho trabajo y estaba muy ocupada.

Lo que nadie sabía es que la consejera se encontraba la mayor parte del tiempo escribiendo una novela erótica.

Después de unos minutos cerro su laptop y por fin volteo a ver Jota.

—Veamos, Josejan. Aquí tienes— dijo mientras le entregaba su horario de clases junto con unos folletos—. Nueve escuelas en diez años, vaya vaya. ¿Tu padre es militar?

—Sí, mi padre es...— respondió Jota, pero fue interrumpido por la consejera.

—Ya lo sabía— aseguró con una sonrisa fingida—. Vas a ver que Padua no será diferente a las demás escuelas.

Un golpe sonó en la ventana manchando el vidrio con una sustancia extraña, la cual claramente no quería saber que era, se veía asquerosa.

—Hay muchachos estúpidos por todos lados— comentó mientras reía falsamente.

—¿Disculpe? ¿Estoy con la consejera?— preguntó Jota confundido, pues su actitud se le hizo algo extraña.

Amelia camino hasta quedar a un lado de Jota y este se levantó de su asiento haciéndose para atrás.

—Estuviste, sí, pero tengo desviados que atender y una novela que terminar. Ahora vete.

Jota miró a la consejera un par de segundos un poco confundido. Y ella al ver la cara del chico habló un poco más fuerte.

—Anda, vete de aquí.

10 𝐂𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐐𝐮𝐞 𝐎𝐝𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐓𝐢 - 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐆𝐚𝐥 || 𝑾𝒊𝒑𝒍𝒂𝒔𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora