El presagio de la muerte

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A pasos acelerados una chica de piel blanca y cabello negro largo, camina por las calles de la ciudad, luciendo un aspecto normal se para a orillas de la vereda esperando que el semáforo cambie a rojo.

  En cuanto el color varió, ella corrió por la pista y mirando su reloj cada dos minutos llegó al establecimiento, eran ya las siete con cincuenta y cinco de la tarde, había llegado temprano y esperaba dar una buena impresión con esa acción en su primer día, la entrevista para acceder al puesto que ahora ella tenía había sido un poco desastrosa, pero al final no tuvieron otra opción y la pusieron a prueba, si en ese primer día no destacaba quedaba despedida.

        — Llegas temprano, me doy cuenta de que quieres el trabajo, puedes pasar, adentro está tu placa con tu nombre.

        — Gracias.

Apresuradamente llegó hasta el cuarto donde se dejaban los bolsos o mochilas de los empleados, entre los casilleros encontró un locker con su nombre:

Winter Banshee

  Nombre con significado profundo para las de su especie, nació un día de invierno y más que ser fechas frías fueron días con anuncios de muerte entre los mortales.

  Pero ahora siendo una expulsada su nombre era simplemente "invierno"

 Luego de dejar sus cosas y ponerse la placa, salió de la habitación.

       — Espera a que sea la hora y comienzas con tu trabajo.

  Le dio una sonrisa agradecida.

  El hombre encargado de la supervisión se alejó.

  Una chica de cabellos rojos se acercó a ella, tenía una enorme sonrisa en su rostro y daba la impresión de querer hacer amigos, en resumen, era sociable.

        — Winter ¿cierto?

        — Sí.

        — Soy Willow, por lo que sé dentro de poco empezará tu primer turno ¿verdad?, te doy un consejo, sé paciente.

        — Entendido.

        — Banshee, eres Banshee ¿no?

        — ¿Ah?— un poco desconcertada sin saber mucho como tomar la pregunta hizo oídos sordos, se suponía que era simplemente una humana ¿por qué le estaba preguntando esas cosas? ¿Sabía algo acaso? Si era así estaba a un paso de la vergüenza.

        — Pregunto porque es un nombre muy raro, además me suena, pero no sé de dónde— hizo cara pensativa.

  Winter se tranquilizó y miró todo el local fijándose en los detalles.

        — ¡Tres, dos, uno! Oficialmente ha empezado tu primer día —anuncia la pelirroja—, ya me tengo que ir, ¡pero volveré! suerte.

  Se despidieron, vio salir a la chica de la cafetería, en cuanto se perdió de vista cogió la carta y lista para atender una mesa empezó a observar si había alguien que no había sido atendido.

        — ¡Winter! Mesa ocho, la atiendes tú.

  Afirmó con la cabeza y avanzó a pasos seguros, al llegar vio a dos chicas hablar animadamente sin notar su presencia.

        — Disculpen la interrupción, buenas tardes, ¿desean pedir algo?

        — ¡Ah! Sí— dijo una de ellas—, un batido de fresa para mí.

        — Lo mismo, gracias.

  Obedeciendo la orden anotó todo en un papel y se lo dio a la chica que preparaba los pedidos.

  Todo iba bien hasta que le ofrecieron un billete ¡cierto! eso usaban los humanos para "sobrevivir"

        — Entonces, su cuenta es diez te pagaron con veinte, el vuelto es diez, ten.

        — Eso iba a decir.

  Todo iba normal, clientes por aquí, clientes por allá, hasta que el reloj marcó las ocho y cuarenta, las gotas de lluvia empezaban a caer y la gente comenzó a irse, las mesas estaban cada vez más vacías.

  De repente un grupo de cuatro personas llegaron charlando alegremente, se sentaron en una mesa cerca a la repisa donde se encontraba parada Winter, quien no dudó en atenderlos.

        — Una copa de vino, por favor.

  ¿Se habrían equivocado de lugar? Era una cafetería, no un bar.

         — Disculpe, solo tenemos..., lo que está aquí, café, bat...

        — Ah, sí, es verdad, yo quiero..., un..., ¿café? Sin azúcar, gracias.

         — Bien.

         — Tres más de lo mismo.

  Asintió con la cabeza.

         — Ella me suena.

        — Es una Banshee creo.

        — ¿No será la desterrada?

        — Debe ser.

  Winter no estaba lejos, había oído la conversación, una punzada en su cabeza le hizo recordar, la ira la envolvió, había visto sus caras, Vampiros de la Costa Oeste, la razón por la que ella ahora quería un trabajo en un simple mundo al que no pertenecía.

    Sus poderes no se habían ido.

 Entonces sin previo aviso empezó a llorar, a gritar, se elevó unos pocos centímetros.

    Esto captó la atención de todos, incluidos humanos que miraban aterrados la escena. En ese instante una chica pelirroja estaba entrando por la puerta.

  Ellos se levantaron de su silla.

        — Winter..., tus poderes ¿cómo?— se miraron entre ellos estupefactos.

        — Al parecer hoy morirá alguien— dijo entre lágrimas.

El presagio se cumplió, matando al traidor..., o traidora..., nunca lo sabremos, lo que pasó en la cafetería se quedó ahí, los humanos fueron hipnotizados y nadie supo que en ese lugar una Banshee había anunciado por primera vez una muerte luego de su destierro.
Tal vez siga entre los mortales intentando vivir una vida aparentemente normal..., o quizá solo quiera vengarse..., de aquella persona que creen murió esa noche, pero de alguna forma saben que sigue viviendo.

Fin

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⏰ Última actualización: Jun 26 ⏰

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