Viva la Vida // Ziam

Part 12

El pequeño triunfo de reclutar al Duke Sanders enciende un fuego en ellos, abre un hambre en su interior que Liam no creía que pudiera vivir en él. Por primera vez comprende realmente a los rebeldes: hay un vacío en el universo en alguna parte, y ellos pueden sentirlo en sus almas. Hay un hambre insaciable que todos llevan y que no sólo quiere el cambio, sino que lo exige. Con este tipo de fuerza que los impulsa, este tipo de determinación a sus espaldas, no ve cómo no podrán prevalecer. Los nobles no llevan nada parecido en la sangre; en la corte, todos están adormecidos por el éxito, embriagados por la ausencia de peligro. Esto se siente como una inyección de dinamita. Esto es estrellas y champán en sus arterias.

A veces, cuando no está cerca de los demás, las dudas empiezan a aparecer de nuevo: ¿cómo puede echar a su propio tío del trono, cuando Simon le ha dado todo, incluido su derecho a la corona? ¿Cómo puede llevar a cabo esa clase de traición cuando ni siquiera ha sido capaz de enfrentarse a Simon? ¿El pueblo confiará en él si se vuelve contra su propia familia? Y lo más importante, ¿está preparado para gobernar? ¿El pueblo lo quiere?

Niall es hábil para tranquilizarlo, especialmente para atraer a los plebeyos a su lado, pero lo que suele funcionar mejor es simplemente sumergirse en la dinámica de los cinco juntos. Lo hace sentir invencible de una manera que nunca antes había sentido. Son un ejército de cinco que está listo para conquistar el mundo.

Por supuesto, no siempre se llevan bien; las diferencias en sus educaciones y opiniones son demasiado grandes para eso. Harry y Louis son los que más se pelean, pero Liam está seguro de que el noventa por ciento se debe a su tensión sexual no resuelta. El otro diez por ciento puede atribuirse probablemente a la frustración de Louis por el privilegio y la renuencia de Harry a la hora de asumir riesgos, y a la frustración de Harry por las constantes burlas y la desconsideración de Louis.

"¿Qué quieres decir, niño bonito?" arremete Louis, erizado tras un comentario desechable sobre que Louis siempre está en la base. "¿Crees que no soy lo suficientemente bueno como para salir a las misiones? ¿Crees que estoy aquí todo el tiempo por eso? ¿Eso es lo que estás diciendo?"

Harry parece sorprendido por el salto instantáneo de Louis a esta conclusión, pero se levanta de inmediato. "Eso no es lo que dije, deja de poner palabras en mi boca. Siempre haces lo mismo: siempre te inventas cosas que no digo para poder enojarte conmigo, y luego te burlas de mí por las cosas que sí digo, y quiero que dejes de llamarme niño bonito, no me gusta..."

"Bueno, yo quiero un país que no haya sido llevado al borde de la ruina por una clase alta de nobles corruptos y violentos que tienen muy poca consideración por la vida de la gente como yo, pero no siempre se puede conseguir lo que se quiere, Alteza", dice Louis, muy rápido y todo en un solo suspiro.

Liam jura que Harry está a punto de golpear a Louis en la cara. "No tenías que hacer política así, Louis, ¿qué carajos? Ni siquiera estábamos hablando de eso".

"Sí, lo estábamos hablando", suelta Louis, sonando más que un poco histérico. "¡Cada maldita cosa de la que hablamos es política! Toda mi vida es política. Y la tuya también. Somos tan malditamente políticos que ya no puedo ni pajearme sin pensar en cómo sería tener a Simon fuera del trono!"

"Demasiada información", corean Zayn y Niall al unísono. Louis se limita a mirarlos con desprecio antes de dejarse caer boca abajo en la cama de Liam con demasiada fuerza para que no le duela del todo el duro colchón.

"¿De qué quieres hablar, entonces?" pregunta Harry, con una voz repentinamente suave, y no de esa forma peligrosa en que a veces se vuelve suave. Suena como si realmente sintiera pena por Louis.

"De comida", dice Louis después de pensarlo un momento. Suena un poco sospechoso por el repentino cambio de tono de Harry. "¿Cuál es la mejor comida que tienen en la corte? Quiero probarla algún día".