Guerra de bombas

467 72 1
                                    

Remus estaba dando un paseo por los pasillos, la luna estaba próxima y sus amigos estaban estresados en la habitación por la llegada de los exámenes por lo que salir a tomar aire fresco fué su solución para salir de allí y no explotar. Se sentó en una de las ventanas que daban al patio, precisamente hacia el Lago Negro,  estuvo un rato viendo a los de primer año jugar e inconsciente sonreía recordando viejos tiempos.

Entonces a uno, de Gryffindor, lo impactó una bomba haciéndolo caer al suelo, esta había explotado y bañado al niño en una pintura azul, todos quedaron paralizados viendo la escena hasta que una risa perruna se hizo escuchar, los niños levantaron la mirada y vieron a Sirius Black riendo y ofreciendo bombas, claramente buscando jugar una guerra con ellos, los niños sonrieron divertidos y se acercaron para tomar sus armas. Y así había comenzado una guerra entre los Merodeadores y seis niños de primero.

Remus sonreía aún más, viendo a Sirius compitiendo muy en serio contra uno que era realmente bueno, pero de vez en cuando dándole la ventaja haciendo reír al niño, las bombas no parecían acabarse, al contrario, se multiplicaban. James se batía con dos y tres estaban casi encima de Peter. Al cabo de un rato las bombas, por fin, se acabaron y todos eran un desastre de colores, acostados en el suelo, exhaustos y con respiraciones agitadas.

James se levantó, limpió a los niños de los cuales se despidieron y procedió a limpiarse el mismo, Peter hizo lo propio luego Sirius parecía estar haciendo un berrinche porque sus amigos no lo ayudaban.

- Padfoot eran de primer año! - se escuchó un grito de James, luego uno de Sirius-.

- Y yo soy tu hermano! - James lo ignoró y tomó a Peter del hombro para empezar a dirigirse al castillo, Sirius empezó a seguirlos con un puchero y aún discutiendo, llegando divisaron a Remus, les sonrió divertido, James y Peter le devolvieron el gesto de igual forma y cuando James volteó a ver a su amigo este parecía petrificado.

- Venga Padfoot, quizás Remus se apiade y te ayude - comentó con burla -.

Sirius cuando pudo despegar la mirada del castaño fulminó a su amigo con la mirada, James y Peter apresuraron el paso, con la clara intención de dejarlos solos.

- Hola cuñado! - le sonrió James y Remus sonrojó y los dos se perdieron por el pasillo-.

Remus volvió su vista al frente y Black caminaba lentamente hacia él, parecía avergonzado aunque a Remus le parecía muy tierno, todo su cabello hacia abajo y goteando pintura.

- Hola Sirius, qué tal? - saludó, haciendo un esfuerzo inhumano para no reírse -.

- Todo bien - Susurró tímido... tímido!-.

- Que bueno que no están tus conquistas mirando podrían decepcionarse - comentó burlón, no podía simplemente evitarlo, pero el chico lo miró con auténtica alarma-.

- Estás decepcionado?

Remus se sorprendió y rió un poco, la broma se la devolvió.

- No sabía que era una de tus conquistas, pero no, no estoy decepcionado solo un poco impresionado de que un niño de primero te haya ganado.

Sirius abrió la boca ahora sorprendido, quizás por ahora caer en cuenta de que Remus lo vió todo desde el principio y luego pareció indignado por la insinuación de que había perdido.

- Solo porque lo dejé! Si hubiera sido en serio yo... - comenzó a protestar, pero Remus lo interrumpió -.

- Y eso fue muy lindo de tu parte - comentó con dulzura y casi pudo ver a Sirius relajar su cuerpo -.

- En serio? - preguntó inseguro -.

- En serio, que haces que no te quitas la pintura?

El chico suspiró resignado.

- Mi varita está en la habitación.

- Por qué?

- Pensé en que si los Muggles se las arreglan sin una yo también podría,  pero no contaba con que James me engañaría.

- Su idea era que te pasearas por todo el castillo así.

- Si y sin duda Filch me atraparía.

Remus rió.

- James es más inteligente de lo que parece - Sirius asintió-. Sabes? Podría apoyar a James con su broma.

- No seas así Remus - suplicó el chico abatido, viendo su última esperanza de no pasear lleno de pintura irse -.

- Pero no me agrada la idea de que Filch te castigue, ese hombre está loco.

Remus sacó su varita y lo limpió, el chico volvió a quedar reluciente y con una sonrisa muy linda.

- Gracias,Lupin.

- No hay de qué, Black.

- Oye y cómo te preparas? - Remus frunció el ceño-.

- Para los exámenes? Pues...

- No Remus, la luna es en unos días - Remus sonrojó-. Perdón! Perdón si te incomode, no era mi intención!

- No, no te preocupes, me tomó por sorpresa que supieras.

- Remus llevo las cuentas y memorice las lunas de los próximos dos meses, le encuentras un patrón después de un par.

- Por qué?- preguntó con extrañeza -.

- Para ser el primero en la enfermería para cuidarte, no van a cerrarme la puerta en la cara está vez.

Remus rió.

- Hablando de eso, no estoy muy seguro de querer que me veas así Sirius - confesó en un susurro, con la mirada baja -.

- Pero...

- Ese día estaba curado cuando me viste, cuando llego estoy cubierto de sangre y heridas abiertas.

- Si tú te sientes incómodo estaré de acuerdo, pero si es porque crees que saldré corriendo estás equivocado, he aprendido muchos hechizos de curación.

- No lo sé - Sirius se acercó a él y lo tomó de las manos con suavidad-.

- Remus ya habíamos hablado de esto no? Dame esta oportunidad.

- Qué le dirás a James y a Peter?

- Que voy a darme los besos contigo - aseguró con una sonrisa y ojos brillantes -.

Remus rió a carcajadas hasta casi llorar de la risa.

- No van a creerte.

- Tienes razón, primero creen que eres un licántropo.

Remus volvió a reír.

- Pero no te preocupes, ya me inventare algo, en serio quiero estar allí para tí, aunque no sea la gran cosa para tí lo es para mí.

- Oye! - se quejó Remus, jalando suavemente de sus manos unidas para acercar al chico hacia él -. Es algo muy importante para mí, por eso estoy tan nervioso.

Nervioso era decir poco, Remus realmente estaba aterrado.

- No tienes por qué estarlo - Sirius levantó las manos del chico hasta llevar el dorso de estas a sus labios y depositar un suave beso en cada una de ellas, robando el aliento del castaño y acelerando su corazón -. Solo quiero estar allí para tí, incluso cuando creas que no.

Las mariposas en el estómago de Remus comenzaron su dulce danza, dejando al chico sin palabras por lo que solo asintió, no se creía capaz de encontrar su voz. Sirius sonrió.

RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora