- ¡Vete Jungkook! - grité desde adentro.
- Por favor Suni - vuelve a golpear - ¡ABRE LA MALDITA PUERTA AHORA! - ahí está el demonio que conozco.
- ¡No! - le grité una vez más.
- Preciosa, para mi es muy fácil, puedo mover la manija y romperla, ah...
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— ¡Vete Jungkook! — grité desde adentro.
— Por favor Suni — vuelve a golpear — ¡ABRE LA MALDITA PUERTA AHORA! — ahí está el demonio que conozco.
— ¡No! — le grité una vez más.
— Preciosa, para mi es muy fácil, puedo mover la manija y romperla, ahorremos esto y abre por favor — lo ignoro otra vez — ¡Maldición! — la puerta es abierta Bruscamente.
Él la rompió.
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— ¡No saldrás de la habitación en días, solo estaremos follando como conejos! — me carga en su hombro y pataleo para que me baje mientras golpeo su espalda con mis puños.
— ¡Bájame! ¡Ya basta, Jungkook, no quiero! ¡Ni se te ocurra tocarme! — grito desesperada.
Me tumba a la cama para nada delicado y reboto en ella, se sube encima mío y se acomoda entre mis piernas.
— Haré tu sueño realidad. Si así te tengo a mi lado está bien, lo haré — rompe mi blusa y tira de mis shorts. — Tu deseo será cumplido preciosa... — su voz es diferente, más gruesa, está furioso como una bestia y no se detiene.
Ese no es él.
— No, Jeon, detente ¡No quiero! — trato de quitarlo de encima pero no puedo hacerlo empieza a besar mis pechos y mi cuello — Detente... por favor — comienzo a llorar.
Él sigue sin importar mis llantos, ya no importa que me resista, mi fuerza no se compara con la suya, es más fuerte.
— Te odiaré toda mi vida... — digo en susurro, pero se que él logró oírme porque por fin se detienen y me mira con sus ojos en transformación, tal como es él.
Un demonio
— ¡¿QUÉ NO ES LO QUE TÚ QUERÍAS?!
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Eventos que aparecen en la historia, son producto de mi imaginación, cualquier similitud que tenga con la realidad, es pura coincidencia.