Déjate Amar ||Cedric Diggory||

𖤩FIVE

Lyra salió del baño atando la corbata de su uniforme. Se acercó a tomar su varita y libro favorito, pero al darse cuenta que el último mencionado no se encontraba allí, la muchacha se asustó un poco y empezó a rebuscar en su baúl.

—Lyra, el profesor Snape me ha entregado los horarios y pare... —Alaia se interrumpió al ver a su amiga hecha un desastre. —Canuta ¿Que ocurre?

—No encuentro mi libro. —el tono de Lyra era nervioso.

—Alaia rodó los ojos. —Siempre lo tienes contigo, seguro no lo habrás perdido. —mencionó sin tomar importancia. —Cómo sea te estaré esperando en el gran comedor.

La Zabini al observar que su amiga no iba a responder, cerró la puerta tras su espalda dejando a Lyra en su ensimismamiento.

Al cabo de unos minutos la joven Black todavía no encontraba su libro, así que pensó en los posibles lugares donde lo había poder dejado. De repente, como una ráfaga de viento, la noche del mundial llegó a su mente y recordó que esa fue la última vez donde vio su libro. Triste, con un sutil movimiento de su varita colocó todas sus cosas en orden y salió hacia la sala común.

(...)

Lyra empezaba a desesperarse, porque junto a Venus habían acordado juntarse al pie de la escalera de la sala común para ir al gran comedor. Pero ya pasaban de las siete de la mañana y la menor no aparecía.

En el momento en que la Black decidió subir las escaleras para encontrarla, su amiga morena bajó rápidamente y se encontró con los ojos de reproche de la mayor.

—Hasta que llegas, ya iba a subir para revisar si no te habías ahogado en la ducha. —soltó un bufido la Black haciendo sonreír con burla a la menor.

—Lo siento, estaba resolviendo algunos asuntos. — se limitó a decir la morena para después enganchar su brazo con el de la mayor para dirigirse al gran comedor.

Al llegar, se sentaron junto a Alaia. Black dispuso a comerse una tostada con mermelada mientras trataba de llevar el hilo de la conversación, pero su cabeza estaba en otro lado.

—Canuta, acabo de hacerte una pregunta. —Venus tomó el hombro de su amiga haciéndola estremecer.

—Lo siento, estaba distraída. —sonrió falsamente tratando de convencer a su amiga que estaba bien.

Sabiendo que aun Venus no le creería.

—¿Es por ese simple libro? No estés decaída, te aseguro que en Flourish y Blotts lo podrás encontrar. —respondió la Zabini tranquila haciendo que Venus frunciera el ceño.

—No es un "simple" libro como dices. —hizo comillas con sus dedos. — fue lo único que tío Lupin pudo tomar de la casa que vivía con mi padre antes que lo encerraran en Azkaban. —bufo la Black mirándola.