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Jungkook

No sabía como había terminado aquí. Un sábado por la noche y una fiesta ¿Sonaba mal? Claro que no, o eso creí. Mis amigos me prometieron una noche loca, tan loca que no sabría ni en donde despertaria pero no, estoy sentado en un rincón y mis amigos me dejaron por un par de faldas cortas con maquillaje, "Vaya noche loca" pensé. No soy alguien muy sociable y espontáneo, soy más tímido y callado. Esto era un gran cambio, mis sábados los pasaba jugando videojuegos pero ahora estoy sentado en el rincón de la barra tomando una margarita viendo como la gente se droga y tienen casi sexo en vivo y en directo, vaya cambio abrupto.
Siempre me preguntaba ¿Qué se sentía drogarse?, quisiera drogarme aunque sea una vez, no me juzguen, todos lo hemos pensado alguna vez pero la mitad de los que piensan eso la prueban.
Un poco cansado, me paré en dirección al baño el cual apenas entré olí el olor a tabaco, era sofocante. Terminé mis necesidades y me lavaba las manos, miraba absorto mis manos hasta que unas voces de fuera me hicieron salir de mi trance."Bajame el precio, soy tu fiel cliente, ahora ando bajo de dinero" habló un chico "Lo siento, Hyeonjoon, no puedo. Esto es la mejor cosa que probaras en toda tu maldita vida"  respondió la chica.
¿Será una señal divina? Tenía la oportunidad servida en bandeja de plata. Sé que la droga es algo delicado incluso hasta ilegal pero la curiosidad me mataba, es la naturaleza del ser humano. Mordí mi labio por mi falta de desición. ¿Sáben qué? Al carajo.
Me dí una cachetada mental y salí del baño, me quede quieto a un paso de la entrada del baño, volteé y ví a un grupo de chicos, giré mi cabeza en dirección contraria y la ví.
Era alta, pelinegra de cabello muy corto y unos ojos felinos hermosos. Su mirada se contrastaba con las luces violetas de la fiesta, se veía tan bien que ponía los bellos de punta.  Noto mi mirada y ella me la devolvió, era una mirada que no expresaba nada, solo posó un cigarro entre sus labios y lo prendió, se quedó un rato y botó el humo.
A paso lento me dirigí hacia ella y con un nudo en la garganta pregunté.

——¿A cuanto las vendes? —pregunté en un susurro el cual ella escuchó y soltó una risa.

—¿Qué hace un chico como tú, en un lugar como este?.

—¿Un chico como yo? A que te refieres. —volví a preguntar un poco ofendido.

—No tienes pinta de frecuentar este tipo de lugares y menos que te metes de "esto".

—Tienes razón, no soy alguien que frecuenta estos lugares, solo quería divertirme un rato. —dije desviando la mirada.

—Bueno por ser tu primera vez, la casa invita. —me extendió un porro de marihuana.

—¿Por quien me tomas? Tengo dinero, puedo comprarte —dije un poco ofendido.

—No es eso, pero no quiero ver que termines en un coma elítico. Estas cosas son potentes y te podrías tomar tres botellas de vodka puro como si fuera agua, además agradece que te lo estoy regalando.

—¿Y qué me hará sentir esto? —pregunté mirando el porro.

—Eso te lo dejo a la experiencia. —iba a responder pero una voz me interrumpió.

—Aquí estas, llevo 20 minutos buscandote. —habló un chico rubio.

—¿Qué haces aquí, Taemin? Pensé que estarías en tu casa.

—No, te envié un mensaje diciendote que vendría pero por lo que veo, estabas ocupada. —habló mirandome de arriba hacia abajo.

—Yo me retiro, gracias por el regalito. —dije devolviendole la mirada a ese chico.

Me dí media vuelta y de reojo pude ver como ese chico la besaba, "imbécil" fue lo que pensé apenas lo ví.

2

Me fuí a un lugar un poco alejado y no dejaba de mirar el porro, por fin lo tenía. Con un poco de miedo me llevé el porro a mi boca y lo prendí. Aspiré y sentí como se cerró mi garganta, empezé a toser y mis ojos empezaron a lagrimear. La tos se paró y me calmé, era mi primera vez haciendo esto.
Pasaron varios minutos y la marihuana empezó a hacer efecto. Me sentía liviano, veía todo distorcionado y las caras de las persona se tornaron raras y graciosas, eran como las de la película de La Máscara.
Fuí hacia la pista de baile y empezé a saltar locamente. Se sentía bien, la música se sentía bien y no paraba de reír.

—¿Te diviertes? —preguntaron en mi oído, volteé y ví a la chica que me dió el porro.

—Es la mejor cosa que he probado en mi maldita vida. —dije riendo.

—Niño ya deberías irte a casa.

—¡No! Mejor, baila conmigo. —la jalé hacia mí y volví a saltar.

—Okey, ya cálmate. —dijo con una risa.

No le hacía caso, estoy drogado ¿Qué esperan? Ella solo me miraba y yo estaba en mi mundo. Sin darme cuenta perdí el equilibrio y choqué con alguien botando su bebida y machando su ropa.

—¡Lo siento! —me disculpé, todavía tenía un poco de conciencia.

—¡Qué te pasa, maldito loco! ¿Acaso quieres problemas? —habló muy enojado.

—¡No, no! Hay que ser civilizados.

Cerré los ojos esperando el golpe pero lo único que escuché fue una caida, cuando abrí los ojos ví a ese chico en el piso sangrando de la nariz y a esa chica sobando su mano mientras susuraba maldiciones. Ella me tomó de la muñeca y salimos corriendo buscando la salida. Pronto llegamos a una purta un poco alejada que daba a un callejon vació dónde había un auto.

—¡Sube! —hice caso y me subí en el copiloto del auto.

—Eso estuvo cerca. —

Suspiré y me deje caer en el asiento pero pronto fué mi celebración cuando una piedra impactó el parabrisas asustandonos, como si fuera un reflejo apretó el acelerador y salió a toda velocidad abandonando el lugar.

—Que locura, esos tipos querían matarnos.

—No puede ser, maldito sentido de la justicia. —susurró ella para si misma, mientras ocultaba su rostro en el timón.

—¿Cómo te llamas? —mi pregunta no podía ser más inoportuna pero quería romper la tensión.

—Tn, ¿Y tú, niño?

—Jungkook y gracias por salavarme el pellejo.

—No lo menciones, ni yo sé porque lo hice. —habló disgustada.

—Pero lo hiciste y gracias, peleas bien.

—Debes aprender a dar un puño niño, sino quien lo recibirá seras tú.












Bad Romance  || Jeon Jungkook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora