El día que te fuiste

¿𝐐𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐨 𝐜𝐮𝐥𝐩𝐚𝐛𝐥𝐞?

William se había ido y Arabella se había quedado parada frente al portón un momento mientras lo observaba, parecía preocupada porque no dejaba de frotar sus manos y mantenerlas frente a su pecho. Caminamos hasta llegar al lugar y fingí sorpresa al verla

-Oh señor Chuuya, buen día, es una sorpresa verlo- exclamo Arabella mientras hacía una leve sonrisa
-Es un gusto verla de nuevo también, lamento las molestias pero quisiera hacerle unas preguntas sobre William Donaldson, de ser posible- dije mientras me quitaba el sombrero y lo sostenía contra mi pecho, Dazai estaba al lado mío, parado y observando a la deriva.
-Claro, por favor pasen- Dijo Arabella mientras hacía un gesto que señalaba a la puerta principal de la casa

La casa era algo grande, las paredes tenían un color negro con blanco y los muebles del hogar tenían colores que iban desde el negro hasta un gris claro, había algunas cosas en tonos rojos fuertes como la silla que estaba justo al lado de una pequeña mesa de cristal en la parte izquierda de la sala, había otras cosas en tonos rojos oscuros pareció al caoba como los cojines del sofá, además la casa tenía un olor fresco y agradable.

-¿Gustan algo de beber?- Pregunto la chica mientras se sentaba en uno de los sofás de la sala principal
-No gracias- Exprese mientras permanecía parado observando con más detalle la habitación
-Oh, yo quisiera un té por favor- Expreso Dazai mientras veía uno de los cuadros de la habitación con detenimiento
-¿Acaso no puede esperar a que nos vayamos?- Musite para mi mismo
-Claro, llamaré a Margaret para que lo traiga enseguida- Arabella se paró y caminó hacia una de las entradas de la habitación
-No te molestes, así está bien, no hagas caso a lo que él te diga- Dije, antes de que Arabella llamara a la mujer.

Estaba algo molesto, podía entender un poco el porque, estar con Dazai a veces me era un fastidio, pero por otro lado algo en mi no terminaba de entender porque había algo que me molestaba incluso si él no hacía nada, y simplemente no podía deducir que era, tal vez aún seguía pensando en aquel sueño que había tenido

-Vamos Chuuya, tengo sed- Exclamo dazai con una de sus particulares caras dramáticas mientras tomaba mi sombrero y lo alzaba en el aire
-¡Muy bien ya basta! Estamos aquí para hacer preguntas así que iré al grano- hice un pequeño salto para poder tomar mi sombrero, ahora realmente ya estaba enojado
-Vera, investigue un poco acerca de aquel chico, William Donaldson- me acerque a Arabella para así poder mostrarle los papeles que tenía en mis manos
-William Donaldson, tercer hijo de la familia Donaldson y al parecer...el más olvidado por lo que veo. No suele aparecer en muchas fotos de la familia, las notas que vi y los artículos publicados sobre esta, son pocas las veces que sale en aquellas imágenes, algunos podrían decir que simplemente estaría ocupado en otros asuntos pero al parecer tampoco es muy conocido por la gente, si acaso solo logra sobresalir por el apellido Donaldson, de ahí en fuera cualquiera pensaría que William no existe, incluso logramos hablar con algunas personas que lo vieron con tu hermana y simplemente lo describen como un chico de pelo rubio y alto- Dazai se acercó hacia nosotros fijando su miraba en los papeles que tenía sobre mi mano
-Al parecer la familia es conocida por ser caritativa, aunque puede que eso solo sea una simple máscara para la sociedad, cualquiera haría cualquier cosa con tal de ganar dinero y verse bien ante la sociedad- Dijo aquel chico de gabardina café mientras se alejaba de nosotros y volteaba su mirada hacia la ventana
-Oye ¿Tú como sabes eso, leíste mis papeles?- Pregunte mientras me quedaba confundido, no confundido por el hecho de que lo supiera, era Dazai después de todo, sería extraño que no supiera algo antes que tu, era más una confusión por el hecho de no saber si lo supo por leer mis papeles, lo supo porque alguien se lo dijo o lo supo simplemente por su propia cuenta, aunque la opción de leer mis papeles podía estar descartada, sería raro que estuviera prestando atención a una investigación en vez de estar haciendo alguna estupidez. Pero era Dazai, todo lo que hacía era increíblemente predecible pero al mismo tiempo impredecible, podías saber lo que iba a hacer pero al final iba a hacer una cosa totalmente diferente, así era Dazai, o al menos así era cuando estaba conmigo, antes de que él se fuera y desapareciera para luego volver y estar parado justo aquí después de mucho tiempo.