Hope

Abrázame

Capítulo 009
Abrázame

Volkov

El llegar al punto de temblar, de temer, llorar y gritar, es algo serio o eso me ha dicho mi Psicóloga, pero he llegado a un nivel más bajo o más alto dependiendo del lado en el que lo vea.

El bloqueo emocional, es algo a lo que me enfrento cada vez después de cada ataque. Después de llorar, gritar y temblar, después de eso no hay nada, caen lagrimas pero no siento nada, hay cansancio pero siento volar, existen latidos pero no hay nada de sentimientos, ese es mi mayor problema.

Los bloqueos emocionales después de cada ataque, el aislamiento que todo con cada persona después de casi morir por culpa de la ansiedad, el estrés y la falta de aire.

Existen diagnósticos en mi expediente que nisiquiera conozco por que siempre me quedo en la nada, después de los ataques, puede ver como los de mi alrededor mueven sus labios pero no escucho las palabras que salen de sus bocas.

Dominick se encontra charlando con mi Psicóloga a unos escasos metros de una de las camas que hay en las sedes del FBI, pero apesar de que la mayoría de veces suelo delirar u olvidar lo que pasa antes de caer inconsciente.

Este caso fue diferente, recuerdo perfectamente los ojos verdes de Hope llenos de culpa mientras me veía, aunque no encuentro la explicación por su mirada perdida, pero rápidamente llegué a la conclusión que nunca había visto a una persona en medio de un ataque doble.

Greco estaba en la puerta viéndome fijamente, mientras Iris acomodaba unas sábanas en la cama que estaba al lado mío.

—Dominick se quedara contigo esta noche Volkov, ¿Vale?

Asentí.

Iris era una de las pocas personas que podían darme paz, pero una paz indescriptible, alguien tan maravilloso para este mundo, siempre le recalqué a Greco que tenía una esposa maravillosa.

Ella suspiro y asintió también, se sentó en mi cama mientras tomaba mi mano entre las suyas, aunque ambos compartíamos el mismo color de piel ahora se notaba una leve diferencia.

Sus manos estaban frías y pálidas, mientras que la mía estaba fría y amarilla, ella me sonrió de labios cerrados y las ganas de llorar me invadieron nuevamente.

¿Cuando iba a parar todo esto? ¿Cuando podría descansar en paz?.

—Abrázame Iris

Pedí en un hilo de voz, inmediatamente sentí sus brazos rodearme y me vi a mi mismo quebrandome en sus brazos, esos brazos que se sentían como casa, con esa calidez, paz y tranquilidad, esos brazos reconfortantes que te quitaban cualquier peso de encima.

—Está bien Vik, estoy aquí.

Su voz era serena, suave y reconfortante.