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El radio de su camioneta sonaba, y ella tiritaba pues las pequeñas gotas de lluvia que caían ya estaban teniendo estragos en su temperatura corporal

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El radio de su camioneta sonaba, y ella tiritaba pues las pequeñas gotas de lluvia que caían ya estaban teniendo estragos en su temperatura corporal. Pero; se rehusaba a cerrar la ventana del coche, sentir la fría brisa que dejaba la lluvia, y el olor a pavimento mojado. Para ella era el mismo cielo.

Sonrió al saber lo que le esperaba en la ciudad; empezar desde cero en un empleó con el que había añorado desde que vió a su hermano portar aquel uniforme de capitán.

Al ver una pequeña tienda en una gasolinería, paro el auto y salió de este para poder tomar la manguera y rellenar el tanque de su camioneta. Sin embargo, para ella era extraño que la pequeña tienda estuviera completamente oscura. Normalmente a esas horas era cuando había más gente e iluminación.

Avanzó un poco dejando la manguera en su lugar, y al estar un tanto avanzada noto que había un auto de policía, y solo logró extrañarse más pues; este estaba abierto y con las luces prendidas, se acercó a este y alumbró con la pequeña linterna que la acompañaba.

Fue hasta la entrada de la pequeña tienda, y en seguida se arrepintió pues al abrir pudo ver a un chico rubio que se veía un tanto exaltado.

— ¿Q...qué...? — aspiró todo el aire que tenía y en seguida saco un arma. — ¡Abajo!

El chico comprendió y se agachó para que así la muchacha ojiverde pudiera darle a ese chico con mala apariencia.

— Oh por Dios... acabo de matar a alguien. Iré a prisión y se supone que hoy iba a comenzar a trabajar... — quedo en shock por unos segundos, y luego sus ojos comenzaron a picar. — Pero... protegí a un civil... eso me puede ayudar. — comenzó a hablar sola.

— No irás a prisión, hay que darnos prisa. — la tomo por la muñeca y la arrastró a la salida. — Mierda... — dijo al ver todos los infectados que había frente a ellos.

— ¿Q...qué son?

— No lo sé, pero personas, ya no.

La chica se puso en guardia y comenzó a caminar hasta su camioneta, el muchacho sin muchas opciones la siguió; su auto estaba rodeado. Al estar ya frente la camioneta de la muchacha, ambos entraron con esfuerzos pues tuvieron que aventar a muchas de esas personas infectadas.

— M...me llamo Elle... Elle White. — sonrió hacía el muchacho, el cual le correspondió.

— Leon Kennedy.

— Encantada... a pesar de las... circunstancias. — soltó una risa, contagiando al chico de su lado. — ¿Tú tienes alguna idea de lo que esta sucediendo?

— No... pero creo que la mejor opción es ir a la comisaría... hoy es mi primer día.

— El mío también. — lo miró sonriente.

— Pues vaya par... — ambos rieron, y la chica puso en marcha el auto hasta la comisaría de Racoon.

Ambos comenzaron a platicar en el camino, hasta que los alertó la bocina de lo que parecía ser un trailer. Elle intentó moverse para otro carril, pero estos estaban saturados de autos abandonados.

۞𝐋𝐔𝐂𝐊𝐘 ──────  𝗟𝗲𝗼𝗻 𝗦. 𝗞𝗲𝗻𝗻𝗲𝗱𝘆 Where stories live. Discover now