Lyra Scamander vuelve a Hogwarts para su segundo año encontrandose con grandes problemas: primero hay un loco suelto por la escuela que se hace llamar el heredero de Slytherin y anda petrificando a alumnos en los momenos menos inesperados y segundo...
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ESA MISMA NOCHE DESPUÉS de tener esa desastrosa clases de DCAO, Lyra se escapó de su sala común, algo que ya no era novedad, pero esta vez no fue para jugar alguna broma, esta vez era para practicar los hechizos del libro que había pedido prestado (robado) de la biblioteca.
Sin saber muy bien donde ir a practicar, Lyra decide sentarse en el sulo a ojear un poco el libro.
El encantamiento desarmador, también conocido como el hechizo Expelliarmus o encantamiento de desarme (Expelliarmus) es un encantamiento defensivo que fuerza a la víctima a soltar lo que sea que esté sujetando. Es común ver el uso de este hechizo en duelos para obligar a un oponente a soltar su varita.
Lyra penso que era un buen hechizo pero que tenia que practicarlo con alguien para poder llevarlo a cabo.
Penso en Harry, Ron, o hasta podría ser Rolf.
La ojigris iba a volver a meter su nariz en el libro cuando un carraspeo se escuche en frente suyo.
Penso en Filch y que no era la primera vez que la atrapaba merodeando por la noche en los pasillos, pero esta vez estaba con un libro "prohibido".
Cuando levanto la vista para encontrarse con el dueño del carraspeo, se sorprendio, mucho a decir verdad.
-Esta prohibido pasearse por los castillos a esta hora de la noche -dijo el chico que Lyra distinguió como un Slytherin, lo había visto varias veces de lejos pero nada más.
-Ah mira... que cosa más interesante lo que me acabas de contar -dijo con total sarcasmo.
-¿Sabes lo que si es interesante, Scamander? -preguntó el chico de ojos claros- Que una gryffindor este muy interesada en un libro prohibido.
Al escuchar sus últimas palabras a Lyra que esta con una sonrisa altanera, esa que siempre hacia delante de personas que le caian mal, cayó.
-¿Que carajos quieres? -preguntó la rubia ya sin poder aguantar sus ganas de mandarlo a comer mierda.
-Tranquila fiera -levantó sus manos en señal de paz, cosa que molesto mucho más a Lyra- Nunca creí que la gran metamorfomaga que todo Hogwarts quiere era tan...
-¿Tan que?
-Linda -dijo sin pudor alguno el Slytherin sonriendo.
-Vete al demonio -Lyra dio media vuelta para empezar su camino hacia la sala común pero el brazo del chico todavía sin nombre la detuvo.
-Espera, ¿Lyra, no? -preguntó el chico aunque bien sabía su nombre, la ojigris asintió sin muchas ganas- Soy Eric.
La metamorfomaga lo miro con una ceja alzada más no habló.
-Con el estúpido de Lockhart no me sorprendería que estes estudiando del libro prohibido -Eric parecio indeciso en si decir algo o no, pero al final hablo- te puedo enseñar, siempre es mejor de a dos ¿que te parece?
-¿Por que dejaría que alguien como tu me enseñe? -preguntó con desconfianza Lyra.
-Porque para la mayoría de los hechizos necesitas alguien con quien practicar ¿no? -preguntó Eric dandole justo en el clavo.
-Bien -aceptó Lyra después de pensarlo un rato- pero si esto llega a ser una broma...
-No es una broma Scamander, lo prometo.
-No me dijiste tu apellido -reclamó, si el la llamaba por su apellido ella también.
-Rosier -soltó esperando una mala reacción por parte de ella que nunca llegó.
-Bien Rosier, ¿por qué tanto interes de repente?
-La pregunta es ¿por que no? -dijo mientras le sacaba el libro de las manos a Lyra y lo miraba- Expelliarmus... es bueno para un arranqué, ¿que te parece si nos vemos mañana de nuevo a esta misma hora para empezar a practicar?
-Esta bien para mi.
-Hasta mañana, Scamander.
Lyra empezó a caminar por los pasillos tranquilamente sin importale mucho la señora Norris o Filch.
¿Por que Eric Rosier se portaba tan bien de repente?
A la mañana siguente fue despertada por Hermione, era tanto el sueño que lo unico que entendio fue «Harry» y «quidditch».
Sin importarle los gritos de Hermione siguo durmiendo.
Cuando Lyra se despertó no encontro a sus amigos por ningun lado asi que se dedico leer un poco el libro prohibido para saber un poco más de los hechizos.
Ya casi era la hora de comer, asi que emprendió camino hacia el gran comedor. Cuando llego sus amigos ya estaban ahí asi que se sento con ellos sin percatarse que alguien desde la mesa de Slytherin no dejaba de mirarla.
-¿Donde estuviste? -preguntó Harry apenas se sentó.
-Durmiendo, James -dijo Lyra sonriendo, pero al ver que sus amigos no sonreian borro su sonrisa- ¿Que paso?
-Malfoy llamo a Hermione sangre sucia -dijo Ron y la recien nombra se encogió en su sitio.
La cara de Lyra era un poema, su pelo se torno oscuro. Harry tuvo que sostener a su mejor amiga para que no se vaya de su mesa y fuera a la de Slytherin a pegarle a Malfoy.
-Nix, tranquila, ya paso -las palabras de Hermione lograron tranquilizar a Lyra por eso Harry dejo de sostenerla.
Aunque Harry bien sabia que esto no iba a terminar ahí y Lyra iba a ir a buscar a Malfoy para darle su merecido.
Esperaba poder verlo.
-Hoy es nuestro gastigo -dijo Harry para cortar la tensión.
-Filch me tendrá allí toda la noche -dijo Ron apesadumbrado- ¡Sin magia!Debe de haber más de cien trofeos en esa sala. Y la limpieza muggle no se me da bien.
-Te lo cambiaría de buena gana -dijo Harry con voz apagada- He hecho
muchas prácticas con los Dursley. Pero responder a las admiradoras de Lockhart...será una pesadilla.
La tarde del sábado pasó en un santiamén, y Lyra no tuvo la oportunidad de encontrarse con Malfoy por ningun lado, era como si se escondiera.
A las dos y diez de la madrugada salio de su sala común a su lugar de encuentro con Eric Rosier.
-Vamos a practicar el expelliermus como habíamos quedado -dijo Eric luego de entrar a un salón vacio para ponerse a practicar.
Sin perder tiempo Rosier le enseño el movimiento de varita que tenia que hacer para poder logara el hechizo.
-Bien -dijo Eric después de que Lyra lo lograra desarmar a la primera- pero si usas el encantamiento con una potencia considerable, vas a desarmar a la otra persona y al mismo tiempo va a ser derribado hacia atrás.
-¡Eso es genial! -exclamó Lyra, ya queria ver a Rosier derribado.
Lyra y Eric estuvieron gran parte de la noche en ese salón abandonado practicando encantamientos fáciles.
Sin importar las confrontaciones de sus casas, sin importar la sangre, lo unico que importaba verdaderamente para Eric era la compañía de Lyra (aunque no de la forma que el queria), una compañía que desde que la empezó a ver, anhelo.
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