Capitulo 4

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Han pasado 2 semanas desde la visita de Allén, y 7 años de la muerte de Anastacia, 6 para la muerte del emperador, quedando así ella como Emperatriz, Gremoria estaba en su campo de siempre admirando el paisaje, sin embargo, había un sentimiento en el pecho que la hacían sospechar de que algo importante está dejando pasar de largo, pero ... Qué es?
Gremoria se levantó de dónde estaba sentada y comenzó a dar vueltas en círculos hasta marearse y detenerse.
- ugh... Por qué me abruma este sentimiento? Por qué es tan incómoda la presión en el pecho de que algo malo va a pasar, esto no es normal en mí, nunca había sentido esto, ni si quiera cuando descuidadamente asesiné a mi hermana, ugh!! -
Está golpeó repetidas veces su pecho, molesta de sentir incomodidad, presión y molestia, estaba desesperandose por no saber que era lo que ocurría... Hasta que...
- uh!... Ese campesino, siempre sospecha de mí, mm... Debo encontrar la manera de ganarme su confianza, si Anastacia nunca supo que fuí yo, no debió contarle nada a su fiel amigo, pero aún así, el sospecha... Muchos sospechan, no no! No debo preocuparme por esta estupidez! No hay pruebas claras de que haya Sido yo!, Sólo yo y mi conciencia lo saben! -
Quedó en silencio por unos minutos, pensado mientras de comía las largas uñas que tenía, moviendo un pie de manera desesperada y temblando levemente mientras sudaba frío.
Quien sospechaba tan fuerte de ella? Serán más personas? Que un campesino sospechara de ella, o que un esclavo lo hiciera no le importaba, y si.... Era un noble? Pero quién? Quien sospecharía de la perfecta Emperatriz del imperio Oriente? Una Emperatriz que apesar de su codicia y avaricia a hecho un buen trabajo, quién? Quien?!.
- AAGH!!! Quién sospecha de mí?! Necesito sacarme esta presión del pecho!! Es insoportable!! La maldición de la familia se rompió por la muerte de mi hermana, los enemigos de mi padre han muerto en la guerra, quien quien quién?! Ese estúpido campesino no me ha preocupado tanto!! Entonces quien?! UGH!! -
Esta comenzó a tener un ataque de ira fuerte, el cual trató de controlar, pero el brote de sus lágrimas de ira y su respiración acelerada se lo impedían, comenzó a patalear el piso como una niña haciendo un berrinche, para después dar un grito de furia y golpear con su brazo un árbol que estaba cerca de ella, para después quedar mirando el piso en silencio, comenzó a calmarse, no quería una sola interrupción en ese momento, ni si quiera una pequeña brisa, hasta que escuchó unos pasos, trató de ignorarlos para tratar de seguir calmandose.
- Su majestad -
Gremoria volteó rápidamente al ser llamada, mirando a uno de sus sirvientes de manera molesta, pues había Sido interrumpida.
- qué es lo que quieres?! -
Dijo con un tono de hostilidad y de manera grosera.
El mayordomo con cierto miedo tragó saliva comenzó a hablar.
- ha llegado una visita al castillo para usted, dice que es con cierta urgencia su majestad... -
Dijo bajando la mirada, esa fase de Gremoria era poco visto ante la luz, siempre se le veía tranquila, feliz o simplemente seria, pero nunca de esta manera, ni si quiera de niña se le veía así cuando hacía berrinches.
- una visita... Ugh... -
Gremoria suspiró, trató de calmar sus nervios, tomó su compostura y de manera tranquila pero con un un gesto de molestia y seriedad comenzó a caminar hacia su castillo, para después ver que la visita era un príncipe de un lugar no muy lejano de su imperio, calmó su mirada y sonrió.
El príncipe hizo una reverencia, tomó su mano y besó esta con delicadeza y respeto, este era conocido por sus batallas inigualables en la guerra y su ayuda recientemente en la enfermedad violeta.
Su nombre era "Príncipe Gerald" del reino occidente.
- a qué viene su visita príncipe Gerald? -
Preguntó Gremoria encantada con su presentación.
- a darle una propuesta
.. -
Dijo este de manera decidida y con una mirada de cierta manera sombría, el sabrá algo sobre la persona que sospecha de Gremoria?.
- "una propuesta"...? -
Dijo esta con curiosidad, para después sentarse en su trono, acomodarse, apoyar su cabeza sobre una de sus manos y mirarlo fija y seriamente a los ojos.
- te escucho... -
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