1. Lo desconocido

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Un estruendo, seguido de una explosión inundaron el ambiente, peturbando a una mujer albina, vestida de flores y hojas, provocando que esta misma saliera de su hogar, llegando su fiel compañero, un cotorrito que había estado con ella desde sus 5 años de edad.

-Un hombre esta lesionado afuera, ven, amenaza, amenaza- mencionaba el animalito, provocando que la mujer fuera guiada hacia donde estaba aquel hombre, hasta que lo encontró en el rio, usando su poder de sanación para verificar si aun seguía vivo.

-Esta en un hipersueño, sigue vivo Kora- decia tranquilizada mientras analizaba sus expresiones, se le veía derrotado, si seguia sin atender no sobreviviría.

-No me digas que estas pensando en llevarlo, es un hombre no sabemos que intenciones tenga, si te busque para matarte- decía la criatura aconsejando a su compañera.

-Claro que lo llevaremos, de seguro al que quedrán matar es a el, sus expresiones me lo indican, siento que es una persona que ha pasado por mucho, tenemos que ayudarlo, algo me lo dice- decia analizando cada expresión de aquel descuidado hombre. -Vamos Kora, o quieres quedarte- decía la dama mientras utilizaba una de las tantas carretillas transportadoras que había construido tomando dirección hacía lo más profundo de la selva cruzando una cascada se encontraba aquel hogar totalmente oculto, recostando al individuo en una camilla de algodón natural, mientras le quitaba los guantes, sin querer reprodujo un audio del hombre quejandose de un planeta inhospito  llamado "planeta hongo", y de un erizo a la vez, pero prefirío escuchar los audios más tarde y atender al hombre.

-Se escuchaba muy cansado- decía Kora mientras se posaba en una rama y Emerald se ponía de cuclillas frente a Robotnik mientras un aura azul se tornaba sobre ella provocando que el hombre levitara y las velas de cera de abeja se apagaran mientras mencionaba un cantico intentaba despertarlo, pero no podía hasta que desde sus adentros una voz en la cabeza de la mujer le decía que no abandonara a aquel hombre, no despertaría hasta despues de 3 meses, aquel hombre ya no debe estar solo; con esto se finalizó la conexión.

-Y que pasó?, si la libra?- decía el animal con ansias de que aquel hombre se despertara y se fuera, para que su compañera y el siguieran con sus vidas despreocupadas.

-El se quedará por más tiempo, está muy delicado y no puedo dejarlo solo, mínimo 3 meses y por cierto no voy a dejarlo solo en el bosque- mencionó Emerald mientras miraba al indefenso hombre en cama

-Sabes que odio tu poder de leer la mente- gritaba el cotoorrito mientras se iba a su lugar de descanso

-Descansa Kora- mencionó en voz baja mientras veía los guantes con la bitacora de aquel desconocido hombre y su curiosidad la hizo presionar el boton y reproducir el audio, escuchaba con atencion lo que aquel hombre decía y de lo que se quejaba así como el continuo "para quien estoy grabando esto"

-Yo te escucho, y yo no quiero que te vayas- decía la hechicera mientras miraba al hombre con una sonrisa tranquila y le tomaba el hombro y de el sacó una pua la cual tenía electricidad pura, llenandola de curiosidad. -Quiero conocerte, ¿porque siento que no debo dejarte solo?- a partir de ese instante las horas se conviertieron en meses, pasando un mes de rutina curando las heridas del hombre mientras platicaba con el, a pesar de estar dormido ella se sentía escuchada

-Emerald, ya es mucha atención con ese humano, un mes y te la pasas platicandole, dandole de comer, curandolo, y no hablemos de confeccionarle ropa, cuando a mi no me das nada de eso- reclamaba el cotorro mientras su amiga lo miraba 

-Kora no me reclames nada de eso, porque cuando lo hago te enojas y la ropa te la quitas, y siento que me necesita sabes, cuando ayude a aquellos animalitos no me reclamaste nada- decía la albina mientras se bañaba en la cascada de agua limpia

-Pero estas hablando de mi, no me compares con ese bigotón y por cierto tambien le recortaste finamente su bigote- decía reclamando mientras su compañera se vestía con uno de sus vestidos de algodon con flores 

-Admitelo, se le ve mucho mejor aunque creo que me meteré en problemas cuando despierte- decía la mujer hasta que escuchó unos pasos a lo lejos -¿Que es eso Kora?, vamos a ver? decía ya vestida la mujer para  utilizar uno de los puentes escondidos y dirigirse a las personas.

-¿Aun no saben nada de Robotnik?- cuestionaba un agente a su subordinado para alimentar aun más la curiosidad de la mujer

-No hay restos del doctor, fue una caida muy alta, pero es sorprendente que no se encuentren cenizas- 

-Sigamos buscando, no lo quiero vivo, esa rata de laboratorio debe morir y si lo hizo se deben eliminar sus restos, ninguna palabra de esto a nadie- Ordenaba el general mientras se retiraban del lugar 

-Creo que debemos regresar si lo encuentran tambien nosotros morimos- aconsejaba el cotorrito a su amiga

-Tienes razón, ¿Quien eres Robotnik?- decía la mujer mientras iba a su guarida para  esconder mejor a aquel hombre que había llegado a su vida.

Tan solo necesitas afecto ( Ivo Robotnik y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora