11. Charla consciente

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La mujer una hora después había salido fuera de la fortaleza sentandose en el borde de la escalera mientras la luna brillaba a su esplendor mientras la pequeña alarma había molestado a un doctor el cual construía una nueva nave, dejando de lado lo que estaba haciendo y procede a caminar hacia la puerta encontrandose con una albina abrazando a un guante desgastado mientras la corriente de aire hacía flotar su cabello y la capa de su bata, haciendo que el bombre contemplara la belleza de esa escena, segundos despues la albina se percató de que el hombre estaba viendola, haciendo que se parase de inmediato sorprendida y escondiendo el guante detrás de ella.

-Je sais ce que tu caches, mon petit Emerald (Sé lo que escondes mi pequeña Emerald)- decía el hombre mientras tomaba la mano en la que escondía el guante, para despues besarla. -Sabes ya no tienes que seguir usando los guantes para escuchar de mi travesía en aquel horrible lugar así que hice algo que creo te gustará- mencionaba mientras se sentaba provocando que la albina se sentara a su lado, sacando de un bolsillo una esmeralda, para después presionarla y apareciera un holograma de aquel hombre contando su estadía en el planeta logrando que la mujer se sonrojara y estuviera al borde de las lagrimas abrazando aquella esmeralda.

-Muchas gracias, Ivo me encanta, y más lo aprecio viniendo de tí, lo cuidaré por siempre- decía mientras lo acercaba a su mejilla y esto provocaba que los ojos grices de la albina dieran un brillo verde logrando que el hombre se sonrojara y estuviera a punto de llorar ya que antes dió un regalo similar, pero se lo habían rechazado cruelmente, pero ahora ella lo atesoraba y lo cuidaba bastante, algo que lo hizo derramar una lagrima. -¿Pasa algo  Rob, dije algo malo?, si es así perdoname- mencionaba apenada la joven para que el hombre se limpará aquella lagrima y lo negara.

-No claro que no ha pasado nada, pero sabes otras personas me lo hubieran rechazado y tú no lo haces- decía impresionado el hombre ocultando su rostro para evitar que la mujer que tenía al lado lo siguiera viendo, pero ocasionó que esta lo abrazara, algo que sonrojó al hombre, un logro bastante significativo ya que nunca lo había hecho.

-Pero creeme yo no soy como otras personas, todo lo que hago es para hacer que seas feliz y creeme esto que me haz dado lo cuidaré con mi vida- decía con sentimiento la mujer a aquel adolorido doctor, -Mira ven conmigo- Ordenaba la albina a Ivo mientras lo tomaba de la mano y lo llevaba a la habitación de música.

-¿Que hacemos aquí?- preguntaba el hombre mientras Emerald encontraba canciones y tomaba a Robotnik y lo posicionaba para bailar, algo que ella nunca había había hecho, sus pasos y los de el eran improvizados, pero a la vez sincronizados, ella apegaba su cabeza al pecho del hombre escuchando los fuertes y rapidos latidos del corazón de su amado, mientras este reposaba su cabeza en el hombro de la mujer y sus manos estaban puestas en la cintura de Emerald mientras las notas musicales inundaban ambas mentes, para terminar con una habitación cubierta por un holograma con el mar y la luna de testigos.

-Emerald, prometeme que nunca me dejarás cuento solo contigo y con Roca, pero hay un cambio hormonal y constante en mi estado de animo y el estado del conciente llamado sentimientos-  mencionaba el hombre para mirar a la mujer que aunque no lo admitiera amaba profundamente.

-Nunca lo haré Rob, hay algo que no te he dicho, algo oculto desde hace unas semanas y eso es que yo tambien me siento igual, te amo y quiero que olvides tu pasado y pienses en el presente, en lo que ya tienes- Terminó de hablar la mujer para despues besarlo, esta vez ella tomó el control tornandose el momento en algo que querian que durara para toda su eternidad y ahora el hombre quería estar siempre junto a su familia, ahora lo que hacía lo hacía por Emerald y Roca, aunque sus planes malvados seguían en pie, pero dos personas más estaban incluidas en el.

-Emerald, creo que tenemos que pernoctar, por ahora, mereces descansar- aconsejaba el hombre mientras tomaba la mejilla de la albina y esta siguiera su consejo.

-Lo haré mi querido Rob, te veo mañana, descansa bien- decía la mujer mientras salían de aquella habitación dejando a Emerald en su habitación para que el hombre se hincara ante ella mientras tomaba la mano de la albina y la besara.

-Bone nuit, mon petit Emerald (buena noche mi pequeña Emerald)- con esto dicho fue respondido con una pequeña risa por parte de la mujer provocando que este se levantará y cerrara la puerta, mientras Emerald se recostaba en la cama y abrazaba esa gema con todas sus fuerzas mientras un holograma del doctor de su corazón apareció a su lado.

-Te voy a cuidar con mi vida, mi amado Ivo- dijo la mujer para minutos despues quedarse dormida con la imagen de un Robotnik enamorado.

Tan solo necesitas afecto ( Ivo Robotnik y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora