Tan solo necesitas afecto ( Ivo Robotnik y Tú)

19. Te extrañaré

Luego de ese beso se separaron para seguir las indicaciones de la peliblanca las cuales eran para reparar el daño que se causó a la luna.

-Rob solo tienes que unir esa púa a la antena cuando yo te diga, te prometo que esto pasará rápido- mencionaba la albina mientras se ponía debajo de la antena y se preparaba.

-Segura, que estarás bien, recién acabas de salir de 2 infartos y a parte tu cuerpo no soportaría que explotaras tu poder de esta forma, está científicamente comprobado- decía el hombre totalmente temeroso de la decisión que había tomado Emerald para poder reparar el daño que la luna tenía, pero a la vez confundió a la peliblanca.

-¿Y como sabes que caí en esos infartos si se puede saber Robotnik?- cuestionaba la mujer al hombre que tenía enfrente ya que debería suponerse que no tendría que saber lo que había pasado dentro de esa base para no aumentar las preocupaciones a este.

 -Bueno cuando te busque, me infiltré a las bases del gobierno y tuve acceso a toda tu información y a la de los demás, podremos decir que el gobierno me podrá sacar, pero yo soy más inteligente que unos candados cibernéticos, no recuerdan que yo cree ese sistema y sé su única debilidad- respondió el hombre totalmente orgulloso de su creación y su inteligencia.

-Ay Rob tu no cambias, y espero que no lo hagas, amo tu forma de ser, aunque está no la has sabido dirigir a cosas buenas, pero cuando estemos en la tierra te ayudaré- mencionaba la mujer tocando la mejilla del doctor mientras lo miraba con una sonrisa, a la vez que la mujer ocultaba una triste verdad detrás de aquella sonrisa, -Por favor pídeme arreglar todo esto para que pueda solucionar lo que ocasioné- pidió la mujer al hombre para que pudiera proceder a usar su poder.

- Por favor, soluciona todo esto, regenera la luna y una cosa más, Sálvame, es lo único que pido- terminando de decir estas palabras provocó que la albina se congelara por completo, removiendo sus sentimientos y su corazón por completo, quería llorar, pero no podía  ya que lograría que el hombre se diera cuenta de su secreto y evitaría su sacrificio.

-Lo haré- decía la mujer alejando su mano de la mejilla del hombre con toda delicadeza acercandose al hongo sobre el cual estaba la antena y levitó para ponerse debajo de la estructura y preparar su poder mientras mencionaba las últimas palabras en voz baja.

"Te voy a extrañar"

Dijo la mujer esas últimas palabras viendo a su amado por última vez, sin poder evitar derramar una lágrima y secarsela antes de que el hombre la viera, mientras este hacía la señal de que iba a conectar el sistema, recibiendo como respuesta que la mujer asintiera la cabeza con una sonrisa pequeña y este conectara la púa haciendo que la antena se activara y la mujer levantara la mano logrando que se provocara un vendaval en aquel lugar normalmente árido y un grán resplandor se viera debajo de la construcción su cabello se movía con la fuerte corriente de viento y sus ojos brillaban en color verde, sus pupilas e iris ya no estaban, solo eran fuertes luces verdes, el hombre notaba que funcionaba el plan de Emerald, la luna se estaba regenerando, pero veía que Emerald estaba consumiendose y vió esto llendo hacia ella esquivando los champiñones y hongos, aunque cargando a la roca e iba hacia ella descubriendo que si alcanzaba su máximo poder se consumiría por completo y evitando perderla se metió dentro de aquel resplandor viendo a una mujer vestida de verde y con los ojos iluminados en verde.

-No te vayas- dijo el hombre en total angustia y tristeza, tocando la mejilla de la hechicera con la única mano disponible que tenía, provocando que esta volviera en sí, sus ojos volvían a su caracteristico color gris, aunque el resplandor hacía que brillaran en verde, pero con esto la mujer pudo ver la cara de su amado, pero a la vez dio un profundo grito de dolor que se escuchó por todo el planeta, provocando despues una explosión de poder puro arrojando a la pareja totalmente inconsciente lejos de aquel hongo y concluyendo la restauración de la luna, pero con las vidas de la pareja en riesgo total, en aquel planeta totalmente desolado.