Después de que mi mamá hablara conmigo, ambas fuimos hacia la oficina del jefe, afuera nos encontramos con mi padre, que al igual que mi mamá, estaba feliz de que estuviera bien.
Al llegar nos recibió un hombre (debo decir que era un hombre mayor, pero muy apuesto) que al momento de verlo sentí presencia en él y autoridad y comenzó a hablarme...
- Bienvenida, señorita Valley, a EAMI (Exploraciones Arqueológicas de México e Internacionales). Mi nombre es Alexei Del Valle, Jefe de Arqueología de México, a sus órdenes.
- Amm... Yo... Amm... Estoy muy confundida. Todo me da vueltas, ¿Qué es lo que está pasando?
- Sígame, es por aquí.
Después él nos llevó a mí y a mis padres hacia una sala, era bastante espaciosa, y empezó a subir la temperatura, comenzó a hacer mucho calor, no sabía por qué hasta que lo vi con mis propios ojos...
- Nosotros nos dedicamos a explorar diversas áreas del mundo, que aún están sin descubrir, y debo decir que gracias usted pudimos llegar a él.
-... Eh... ¿A quién?
- Mírelo usted.
Dirigí mi mirada hacia donde apuntó y... Realmente quería hasta llorar, no sé si por enojo o por trizteza de verlo así, Douma se encontraba ahí, amarrado con cadenas, en una cámara, alumbrado con muchas lámparas que radiaban luz UV, lo estaban matando... De algún modo, no sé como pude sentir compasión por él.
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-... ¿Qué... Qué le están haciendo?
- No me sorprende que lo conozca, puesto que fue usted quien descubrió Nishiddh, y sacó su tumba... La respuesta a su pregunta, es muy simple: Sabíamos de la existencia de los demonios y los hemos estudiado por muchos siglos; no queremos matarlo, aunque la luz solar lo matara al instante, la luz UV es más delicada que la solar, además conforme lo quema, suelta ADN, y el Sol, no dejaría rastro de él. Es la única forma de estudiarlo, sin que dañe a alguien.
