Capítulo 10.

27 2 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






















































    CRUDEZA. Ese es el significado que le das a estos momentos.

    Observas a Jane con tristeza tanto como con alegría por haberla conocido. Porque con ella, supiste lo que era amar y ser amado.

    Un taxi está en camino hacia el edificio. Los dos están el uno frente al otro, parado al lado de la puerta. No están listos siquiera para articular palabra alguna ligada a la despedida.

    Durante sus últimas horas juntos hicieron la declaración escrita que apunta a quien es el verdadero asesino y charlaron sobre qué hacer en caso de que vuelvas y en caso de que no. Todo lo tienen preparado, pero están tan vulnerables a toda la situación que poco hablan de estar completamente valientes para asumir las consecuencias de cualquier cosa.

    —No sé si estemos juntos una vez más—Dice Jane con la voz temblorosa y poco a poco se vuelve en un hilo de voz—, pero quiero que sepas una cosa.

    —Dime, mi vida.

    —Que te amo. Siempre te he amado.

    —Yo también lo he hecho. Toda mi vida estuve esperando por ti y sé que me amas tanto como yo a ti, porque hemos superado todos los obstáculos que hemos tenido desde que nos conocimos. Lamento con toda mis fuerzas que nos hayamos conocido de esta manera y no de una mejor. Te amo, Jane Asher. Con mi vida, mis anhelos y mi corazón. Siempre estarás en mi mente.

    —Promete que nos volveremos a encontrarnos, que al menos escucharé tu voz. Por favor.

    De un segundo a otro, suena el timbre. El taxi ya está afuera.

    —Por favor, promételo.

    Tocas con tus manos las mejillas de Jane y posteriormente besas sus labios, sellando la promesa de esa manera, tan tierna pero a la vez con una fuerza, como lo es su amor.

    —Te lo prometo, mi vida. Te amo.

    Se abrazan por unos segundos que imploras que sean interminables. Una vez más se ven y tu piel regresa al repugnante frío una vez que termina todo contacto con Jane. Cruzas la puerta y la miras una última vez. Sin importar nada, olvidando todo, parecen fingir que todo lo que están viviendo no es más que una mentira. Y sonríen, enfocándose solamente en la belleza que nació de entre todas las desgracias.

...

    Hace una ligera llovizna. Para tu mala suerte, no te has puesto ningún abrigo y solamente queda a la vista tu traje negro. Caminas un poco por las calles hasta que encuentras una cafetería abierta. Te adentras el lugar, encontrándote con el dueño, un hombre sentado en una esquina y el fuerte olor del café.

LA SENDA TENEBROSA━━━george Harrison.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora