La Luz De Bonten.

comensando de nuevo.

Aquel grupo de chicos parecían volver a sus momentos de adolescencia pues todos hablaban y reían, se abrazaban y molestaban tanta fue su emoción que no percataron que ya era tarde y que cierta persona estaba disgustada por no poder acercarse a la chica.

– Lamento molestar tan bonito reencuentro.– interrumpió el mayor de los Haitani.

– Pero tenemos un horario que cumplir señorita, así que por favor vaya a prepararse y iremos al hospital.– agregó el menor.

– Entiendo, por la emoción olvide que tengo asuntos que atender.– exclame.

– Arthy tenemos lista tu habitación, te llevare ahí y te ayudare a prepararte.– hablo Emma.

– Gracias te lo agradezco mucho. – sonreí calidamente.

Pero por la emoción de encontrarme con ellos había olvidado presentar a Tony comencé a buscarlo con la mirada y lo vi subiendo con Shinishiro al segundo piso.

– Alice, también deberías irte apresurate nos veremos con nuestro padre.– la mire de manera seria.

– Claro hermana, Manjiro y yo nos adelantábamos nos vemos en el hospital.– sonrió.

– Muy bien, Mikey cuida de ella.– exclame mientras subía al segundo piso.

– Lo haré.–

Escuche su respuesta muy indiferente y seria no quería voltear a verlos me dolía verlos juntos, pero supongo que tenia que aceptar el hecho de que ya esta haciendo su vida.

Entre a la habitación y al verla quede encantada. Me enamore de la imagen que transmitía.... comencé a explorarla y encontré una pared con varias fotos de todos nosotros desde niños hasta adolescentes.

– Me encanta, agregare fotos de Tony también.– exclame.

– ¿Te gusta?.– una voz masculina apareció en la habitación.

– Más de lo que imagine.– sonreí.

– Fue Mikey quien arreglo la habitación, el agregó cada detalle.– exclamó.

– Imposible, como algo tan genial fue hecho por ese niño mimado.– hable con burla.

– Arthy el lleva esperándote mucho tiempo.– suspiro.

– Baji sabes que eso ya no importa, ahora esta con Alice y yo no me interpondre en su relación.– mire por la ventana y vi subir al auto a Alice y a Mikey.

– Con el tiempo veras que el es tu destino.– hablo de manera seria.

– No lo creo.– volteé a verlo.

– Muy bien princesa de bonten, arreglese para su encuentro familiar.– sonrió orgullosamente.

– Jajaja, en 20 minutos estoy lista.– me dirigí al baño y procedí a ducharme.