Hoy es un lindo día para Lilith, los pájaros cantando. Todo está perfec-
-Carajo, cállate de una vez y sería un lindo día si ese pájaro de la muerte se callara- refunfuñe tapándome la cara con mi almohada, me lleva la que me trajo. El viernes casi que mato al moco feo porque no me pudo decir que solo entraban los nuevos al colegio, y ahora es lunes. UN PUTO LUNES, mi fin de semana ¿a dónde se fue?
Con fastidio me desperté y me quedé sentada viendo un zapato, y la alarma empezó a sonar ¿ahora si suenas, maldita? Me levanté y fui al baño, el piso estaba completamente frio iba a ponerme las chanclas, pero no las encontré en ningún lado, y me daba pereza buscarlas. Ya en el baño me mire al espejo, Dios santísimo, ¿Qué le paso a mi pelo? Parece que un coyote durmió ahí y se peleó con una zarigüeya en medio de la noche.
Con desdén me metí a la ducha, primero poniendo mi pie bajo el agua para comprobar que estaba fría como el polo norte, y si estaba más fría que el polo norte. Me terminé de bañar e iba a agarrar mi toalla para secarme, pero no la encontré en ningún lugar.
- ¡¿Alguien me puede pasar la toalla?! - no puede ser por andar de narradora se me olvido revisar si estaba mi toalla, solo espero que alguien me haya escuchado y que no haya sido un fantasma.
¿Olu, hay alguien ahí? Señor fantasma sé que está ahí, no se haga y páseme la toalla que se me congela el culo.
-Nada, al perecer ni una sola alma escucho mi petición. - dije a la nada sintiéndome exasperada - Esto es lo más absurdo, Lilith Tatiana; te han pasado cosas peores, salir por tu toalla es lo más simple que te va a ocurrir – me dije intentando convencerme de esta idea- Ok, ya me decidí voy a salir – bufe, sí, ya lo se hablar conmigo misma no es común, pero hey ¿hay algo en mi vida que sea común? No tienen por qué responder a esa pregunta.
Con rapidez entre de nuevo a mi cuarto y tome mi toalla, menos mal que el baño estaba dentro de mi habitación, y si ya sé que tal vez estén pensando "entonces ¿Porque no saliste como persona normal?" Y les tengo la respuesta, en mi cuarto no hay algo llamado privacidad, en cualquier momento mi mamá hubiera entrado y dejaría la puerta abierta. Es por eso por lo que tuve que salir como flash. Bueno ahora que ya tengo mi toalla me toca cambiarme, y no sé qué mierda ponerme y no voy a utilizar el viejo cliché de: "me puse lo primero que encontré" créanme un día lo intente, no lo voy a repetir, eso no les sirve a todos los personajes de Wattpad.
-Lilith. ¿ya estás lista? – y ahí está la señora que me dio la vida, preguntándome si ya estaba lista; por favor es obvio que no estoy lista, por algo las personas que me conocen me llaman la dama que siempre llega tarde.
-Sí, ya voy bajando - mentí, Dios aun no sabio si ponerme un jean ajustado o uno suelto, esto de estar descubriendo apenas mi estilo de vestir es una tortura. Me decidí por el suelto, bueno ya estaba el pantalón, ahora faltaba la camisa, los tenis, y ya eran las 6. Dios, no, no, no puede estar pasando. Bueno la camisa me puedo poner uno robado de un no se a quien se la robe, y los zapatos, solo tenía unos asique meh, y el toque final mis gafas. Ya estaba lista y eran las seis y cinco.
-Un nuevo récord – susurre, bueno ahora a correr.
Bajar las escaleras de esta casa era un reto, juguetes de mi hermano por aquí y por allá y era un reto peor si no mirabas en donde pisabas. Bajé las escaleras y ahí lo vi, el majestuoso, el divino estirándose, y si estoy hablando de mi gato, lo más precioso y hermoso de esta casa y el mundo.
—Buenos días, Geovanni—Geovanni era mi gato, mi dulce y tierno gato, un gato que solo se alegra de verme porque sabe que le daré comida, asiqué me dirigí a la cocina para cambiar la comida vieja de su plato y poner otra y cambiarle el agua. En eso me acorde de algo importante, la fiesta de Mar, y se preguntaran quién es ella; bueno, la chica que solo me molesta la existencia, antes éramos amigas, pero ambas crecimos y nuestras percepciones del mundo cambiaron y ella se fue por el camino del mal, como diría mi abuelita.
ESTÁS LEYENDO
Ma, tengo miedo de entrar a la uni ¡y no he terminado la secu!
Ficção AdolescenteMa, no puedo entrar a la uni mañana, ni siquiera he terminado la secu; es mi último año... -no, no, ¡noooo! - me desperté asustada, ¿la uni? Que pesadilla, no me hablen de eso. Bueno que hora e- Carajo, son las seis y cinco, y yo entro a las y media...