¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quién no ama el pastel pues hay diferentes tipos y de diferentes sabores o frutas...una delicia.
Ell era nueva en el barrio, y ahí iba la última caja,por fin había terminado de desempacar y instalar todo.
Todo era diferente extrañaría a su compañera de Matilda que la había acogido en su hogar por ende estaba muy agradecida con ella pero bueno era hora de empezar de cero con su vida y su trabajo además tal vez una vida amorosa.
Un rico pastel estaba siendo horneado por nada más y nada menos que Tori quién se dio cuenta de la nueva chica que había llegado, y el pastel de chocolate estaba listo solo falta ponerle los frutos rojos que anteriormente había comprado, la cereza la puso en el centro siendo la última decoración, las letras blancas que decían "Bienvenida" también eran un gran toque que sin duda le gustaría a quien había sido dedicado el pastel.
Ell había abierto la puerta puesto que anteriormente la habían tocado, se llevó una gran sorpresa al ver a una chica de cuernos con un hermoso pastel adornado con feesas cerezas además de darle la bienvenida.
-mi nombre es tori mucho gusto y bienvenida-
-Muchas gracias Tori mi nombre es Ell-
-traje este pastel para compartirlo, gustas una rebanada?-
-claro, pasa-
El pastel sabía un mejor de lo que se veía, por dios es chica tenía unas manos especiales pues a lo largo de su vida había probado muchos pasteles pero ninguno era parecido a esté, Tori solo solto una rosita.
A partir de ése día cada fin de mes Tori horneba un pastel para Ella, cada que pensaba para quien lo hacía su corazón latía muy rápido y se sonrojaba... era una verdadera lástima que Ell lo estaba en la misma situación a al menos no por ahora.
Fin de octubre y las hojas aun caían, cómo ya era costumbre la de rojo se dirijia a la casa de Ell con un pastel pero al llegar vió a Ell con un joven y parecían estarse besando, al precenciar tal escena a Tori se le rompió su corazón dejando caer el pastel y unas lágrimas sobresalian de sus hermosos ojos de otoño.
Solo corrió. . .
Otro intento amor estropeado y su corazón dolía demasiado no sólo dolía por eso también por tantas cosas que le habían pasado, desdé arriba se podía ver los coches pasar si duda el edificio era alto.
Ell hasta ahora lo comprendía que mal que ya era demasiado tarde, extrañaba a Tori y sus rebanadas de pastel.....
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.