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Después de cuatro meses volví a escribirte.

No sabía si estaba bien

o si era buena idea

pero entre tantas cosas fue una salida rápida

solías estar ahí cuando todo iba mal

y no supe cómo lidiar con tu partida.

Contestaste el mensaje un o tal vez dos minutos después

hablar contigo era como soltar todo de nuevo

solo te decía mis problemas y de una u otra forma lograbas hacerme feliz

supongo que encontraste a alguien mejor que yo

no es como que eso sea difícil, claro

es sólo que dejé tantas cosas por ti.

Comencé a escuchar la música que te gustaba

dejé de pasar tiempo con gente realmente importante solo por estar contigo

y sufrí, sufrí demasiado para ser verdad.

lo peor es que solo podía pensar en una cosa:

¿Por qué?

Esa era la única pregunta que pasaba por mi mente.

Poco a poco ese "¿por qué?" Fue encontrando respuesta

pero tener la respuesta no siempre soluciona los problemas

a veces solo empeora la situación

Fue porque no era lo suficientemente bonita.

Fue porque era muy infantil.

Fue porque simplemente no era suficiente.

Modificar

atentar

 dejar de hacer cosas

o hacer cosas que no hacía antes.

No hablar

medirme más

y hasta dejar de ser yo.

Veía esto como soluciones rápidas para salir de las cuatro paredes en las que yo sola me había encerrado.

Me había montado en un barco

había abandonado todo sin mirar atrás y todo por ti.

Todo por que me había enamorado de la idea de estar contigo.

Si, de la idea de estar contigo,

del deseo de vivir por siempre junto a ti.

Esos días me sentía sin nada

me sentía vacía

te había dado todo lo que era

y no lo supiste valorar

no quisiste valorarlo.

Comencé a notar todos mis errores

me comencé a meter en la cabeza la idea de ajustarme a tu molde

de cumplir tus expectativas

de decir que no fui suficiente

y no te imaginas lo mucho que me destrozaba tan solo pensar en eso.

Antes de conocerte sabía todo lo que valía

sabía lo fuerte que era pero nunca me había sentido tan débil.

Tiempo.

Lo único que necesitaba era tiempo para sanar

o al menos eso creía yo.

Ya estaba armando el rompecabezas otra vez

y aunque aún no mostraba una imagen clara

había podido buscar la manera de encajarlas.

Sabía que todo estaba yendo muy bien como para que fuera verdad.

Sabía que algo iba a pasar

pero no imaginé que serías tú el responsable de que la herida volviera a sangrar.

"¿Por qué ella y no yo?"

Esa fue la única pregunta que llegó a mi mente esa mañana de febrero cuando los vi,

juntos.

Tu te veías feliz al igual que ella,

pero solo hay una cosa que me dolió más que eso.

Ella era tan diferente a mi...

era obvio que no iba a poder cumplir tus expectativas.

Tardé un poco en entender que hay conexiones entre dos personas más allá de este mundo

hay frecuencias perfectas

un abecedario de miradas que solo dos personas entienden

una telepatía muy compleja e imposible de entender

y lamentablemente eso no es lo que yo tenía contigo

y está bien. 

Antes de que se apaguen las luces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora