Mala influencia [Bakudeku/Katsudeku]

Extra IV

🍭

- Bebé, no estás acostumbrado- dijo Katsuki entre risas viendo a Izuku con un vasito de plástico entre sus manos

- Lo intentaré, hace casi siete años lo intente y puedo hacerlo de nuevo, seguro no lo siento igual... Espero- respondió para finalmente tomar del vasito

- Puedes escupirlo- dijo el cenizo viendo a su esposo con una sonrisa

El peliverde negó, cerro sus ojos con fuerza tomando el líquido para finalmente toser

- Sigue sabiendo amarga- dijo a lo que Katsuki volvió a reír

- Amor, sigues sin soportar el beber, y mucho menos si solo lo hiciste una vez hace años

Su boda había sido apenas el día anterior, ese día era el primero de casados, estarían casi un mes en aquel lugar que eligieron juntos, era un hermoso lugar que Katsuki había reservado para estar los dos solitos, estaban en una casita cerca de una playa privada, a los alrededores había mucha naturaleza y a tan solo unos minutos habían lugares para visitar y comer

Todo muy agradable, a Izuku le había gustado el lugar y si a Izuku le gustó, a Katsuki también, nada se comparaba con la mirada iluminada y llena de ilusión de su pareja

- Lo sé, cariño- se acercó a él pues estaban en un sillón para así, darle un piquito- solo quise intentar

- Lo sé, corazón- Kats lo tomó con cuidado de su carita para así unir sus labios en un beso dulce por unos instantes- te amo

- Yo te amo más, Kacchan- respondió para luego abrazarlo y acurrucarse junto a él- ¿Por qué me sigues dando vasitos de plástico?

- Porque si algo no te gusta, eres capaz de tirarlo sin intención- correspondió el abrazo

- Buen punto- sonrió con levedad hablando con dulzura- Kacchan... - se acurrucó más- me siento feliz... Por haberme casado contigo

- Bebé- lo acurrucó contra él besándole la cabecita- amor... Ahora somos esposos, y amo que lo seamos, ahora eres Izuku Bakugou, bebé

- Izuku Bakugou... Suena muy lindo, y amo escucharlo, nunca dejes de decirlo

- Claro que no, siempre que te presente, lo haré con el nombre de Izuku Bakugou, para que sepan que tengo al mejor esposo que pude desear- le dijo mientras sonreía- ¿Quieres cenar?, Podemos o salir a cenar, o te hago la cena, tú decides mi vida

- Hmm, ¿Podemos salir?, Así vemos un poco los alrededores - se separó del abrazo para poder verlo

- Claro amor, pero primero debes abrigarte al igual que yo- le dio un toquecito en su nariz con cariño- anda vamos- lo tomó de la mano yendo a la habitación que compartirían en toda su estadía ahí

Poco después, ya estaban cómodamente vestidos, el ambiente de ese lugar no era ni frío ni caliente, era fresco, pero, aún así se abrigaron por si acaso, de igual forma podían quitarse los abrigos si así lo querían