♫︎ ♪ ℝ𝕠𝕝𝕚𝕥𝕒𝕤 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕥𝕚 ♫︎ ♪

No más cartas.

Hace una semana que recibió aquella carta.
Carta que lo lleno de temor y celos, pero también lo dejo vacío.

Izuku no había asistido más que dos veces esa semana. Pero cada que se quería acercar recibía una miraba acecina por parte del rubio cenizo, o el heterocromatico se lo lleva lejos de su presencia.

Miraba la nota en su mano mientras miraba a ese par mencionado anterior mente recogiendo sus pertenencias y dialogando de algo. Se armo de valor, se puso de pie y camino hacia ellos.

——Hey! Todoroki y Bakugou. ——los llamo y voltearon hacia él. ——Quería preguntarle algo. ¿Sabe por qué su compañero Midoriya, está faltando tanto? ¿Se encuentra bien?

—El está bien. —respondió a secas Todoroki.

—Tiene que concentrarse en su debut. No tiene tiempo que perder con estúpidas clases y notas…—Escupió con veneno el rubio cenizo.

Hizashi capto la “indirecta” lo cual lo hizo sentir incomodo y molesto. Sea como sea el seguía siendo su maestro y el mayor, y esas no eran formas de responderle.

——Joven Bakugou, le recuerdo que soy su maestro y si quiero, bien puedo reprobarlo en mi materia o llevarlo a la dirección. ——Amenazo el rubio.

——Tks… haga lo que quiera pero ni se le ocurra volverse acercar a Izuku. Ya le hizo suficiente daño. ——Interrumpió Shoto con el ceño fruncido. ——Vámonos Katsuki.

Shoto no espero respuesta del rubio cenizo y le tomo la mano para salir del salón dejando con las palabras en la boca a Hizashi.

Antes de irse, Katsuki le dio una última advertencia.

—Me aseguraré de que ya no hayan mas notas.    

Días después.
En la sala de maestro.

Hizashi se encontraba con la cabeza en la mesa mientras se daba golpecitos contra esta. Le había contado a Aizawa todo lo que paso aquella ocasión con Todoroki y Bakugou.

——¿Qué piensas hacer ahora? ——pregunto el azabache.

Era lo mismo que se cuestionaba. ¿Qué pensaba hacer?

——Bueno quisiera poder conversar con él. ——Dijo mientras recogía sus cosas del escritorio. ——Pero hoy no creo que sea el momento adecuado. Puede que hasta ya se haya ido.  

—¿Seguro…?——Arqueo una ceja.——Escuche que Nemuri lo iba a necesitar después de las clases.

Hizashi miro extraño al azabache, su actitud estaba siendo, algo diferente. ¿Acaso sus amigos tramaron algo?

——¿En qué salón? ——dijo el rubio mientras arrancaba un post-it y escribía algo apresurado.

—En el de música II. ——dijo el pelinegro mientras disimilaba su sonrisita con su taza de café.

——Gracias, hermano. ——Hizashi le sonrió y dejo un golpecito en el hombro. 

Salió a toda prisa del salón, rezando a todos los dioses llegar antes que el pecoso.

Los pasillos de la academia estaban cada vez más vacios. Era el último día de la semana y la mayoría de los estudiantes se iban directamente a casa o a los dormitorios.

El pecoso se despedía de todos sus amigos, pues iba en dirección contraria a todo. La profesora Nemuri le había pedido que la ayudara a llevar unas cosas del salón de música a la dirección.    

Y ya que solo estaba pidiendo la mujer, no se podía negar. Sabía que a esa hora Hizashi ya no estaba en el salón.

Llego al salón de música y toco la puerta pero nadie respondió, así que abrió la puerta, y como pensó no había nadie, Tal vez se había retrasado un poco la profesora.

Decidió esperarla dentro del salón, y cuando se acerco al escritorio pido ver como había un post-it. De repente su corazón se acelero, dudaba si tomar o no. Porque a pesar de todo lo que había pasado, Izuku aun lo amaba con locura.

——¿Lo tomo o no…?——Murmuro dudoso de sus acciones.