| 𝙲𝚛𝚊𝚣𝚢 𝙸𝚗 𝙻𝚘𝚟𝚎 | 𝙹𝚒𝚖𝚒𝚗 | 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔 | +𝟷𝟾

7 | Lee Sook Hye

Aún no logro superar del todo mi pasado

...

Estaba atada de manos sujetada la cabecera de la cama del departamento de Jeon, estaba hincada mientras él estaba detrás de mí tomándome por los hombros y penetrándome una y otra vez.

Me desató, me cargo entre sus brazos, se sentó en una silla poniéndome encima de él, sujetando mis caderas ayudándome en el ir y venir de ellas, el sudor nos invadía, gotas de él caían por nuestros cuerpos, tome su cuello aun siguiendo con el movimiento, gemidos salían de nuestras bocas... Éramos uno solo.

—¡Ahh, me encanta! — decía Jeon con voz entrecortada.

—¿Qué es lo que te encanta? dime— pregunte comenzando a sintiendo como su miembro comenzaba a palpitar dentro de mí.

—Me encantas tu Lee Sook— lo bese sin más que decir, me encantaba la idea de que solo yo "conocía" lo que Jeon Jungkook ocultaba detrás de esa fachada fría.

Salí de él y me di la vuelta, volviendo a dejar que entrará en mí, subía y bajaba aún, Jungkook seguía tomando la cadera, cuando de la nada, subió sus manos hasta mis senos los cuales apretó y masajeo, el clímax subía cada vez más entre los dos. Bajo una de sus manos con la que empezó a masajear el clítoris, besos en mí cuello, y sus excitantes gemidos en mí oído, sus palabras, sus manos, su piel, su cuerpo junto al mío era arte.

La habitación fue testigo de cómo me entregué a él y el recuerdo aún sigue, no sólo como recuerdo, aún lo siento en mi piel, Te necesito Jungkook.

Toqué la cima del cielo y puedo atreverme a decir que conocí más allá de él, la mayoría de las personas lo experimentará solamente una vez en la vida, y eso es bueno, puesto que, si lo hicieras más de una vez, nunca querías que terminase y me alegra que Jeon volvía cada encuentro igual o mejor al anterior.

Con Jimin ya lo estuve, me gustó la forma en la que me hizo el amor, pero no es la misma sensación por él a la que siento cuando estoy con Jeon, a él, lo deseo.

[...]

—¿Por qué me sigo torturando?

[...]

Por los días siguientes aparecer todo fue normal, pero Jimin volvía a alejarse de repente. Decidí no darle importancia, y seguir con la grandiosa rutina.

[...]

Al día siguiente por la mañana mi día comenzó al momento de oír a mí pequeña llorar, fui a su habitación la tomé en mis brazos con una mano mientras con la otra preparaba su fórmula para poder dársela. Vi a Jimin subir las escaleras, me vio y solo dio una sonrisa, tomó su toalla y se fue a la ducha.

Tome mi celular y observe nuevamente el mensaje que Jeon había mandado el día anterior.

—No me engañas, Lee.

Decidí no volver a darle importancia, borré el mensaje. Mi bebé terminó su fórmula le saqué el aire en cuestión de minutos y decidí ducharme con Jimin.

Quite mi pijama, entre al baño, y ahí estaba él parado dejando que el agua le cayera por todo su escultural y perfecto cuerpo. Entre, lo abrace, pero quito mis manos de su cintura dándose vuelta, teniendo mis manos aun entre la suya, mientras con la otra quita el jabón que tenía en su cabello y cara.

—Ahora no Lee, llegare tarde al trabajo— una manera sutil de rechazar a su mujer.

—Llega una vez tarde por mí—volví a poner mis manos en su regazo, pero nuevamente las quito.

—Hay que llevar al niño a la escuela, iré a apurarme para pasar dejarlo— dijo Jimin.

—Jimin ¿Qué pasa? ¿Por qué me rechazas? ¿Qué sucede?