Suntan/Sunny x Kel Está situado en el cumpleaños de Kel, sin embargo, hoy no es el día exactamente.
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Diez de Noviembre, ese era el día de hoy. Un día más, un día cualquiera, eso era lo que pensaba Sunny hasta que su hermana le levantó de la cama.
- Sunny... - Escuchó somnoliento. - Ya es tarde, que sea Sábado no te da derecho a no disfrutar el día, y este aún menos, mañana es el cumpleaños de Kel y no le has preparado nada.
¿Kel? Escuchar ese nombre le hizo levantarse de golpe, casi chocando con la cabeza agachada de su hermana. ¡Es cierto, el once de Noviembre era el cumpleaños de Kel! ¿¡Cómo pudo olvidado!?
- ¿De Kel? - Sorpresa fue lo que apareció e el rostro de la pelivioleta al escuchar la voz de su pequeño hermano. - ¿El cumpleaños de... Kel?
- Si, Sunny, pensé que lo recordarías, destacas en tener una buena memoria... Pero presiento que el cumpleaños de Kel no es de interés. ¿Cuándo es mi cumpleañoooos?~
Lo último fue destacablemente molesto para Sunny. Pasó de ella, ahora mismo tenía cosas más importantes que atender como prepararle un regalo a Kel que era para mañana.
¿Qué podría regalarle? No podía ser una cosa cualquiera, debía ser tan especial como Kel, algo que pudiera igualarlo
- El desayuno está hecho, baja cuando quieras. - Le dio un dulce beso en la frente antes de salir de la habitación. Seguía sumergido entre pregunta y pregunta, debía encontrar un buen regalo para Kel y lo más rápido posible.
En primer lugar se cambió de ropa, iba a salir una vez terminara de comer a pedirle ayuda a sus amigos, eso si Mari no le paraba antes. Una camisa negra con unos pantalones cortos beige, vamos, lo primero que encontró en el armario.
Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, hasta su habitación llegaba el olor del desayuno, así que ya sabía que lo que había preparado su hermana eran unos pancakes.
Se sentó en su lugar, en el que el plato tenía menos pancakes, aunque casi siempre le acababa robando alguno a Mari, ella siempre le ponía menos ya que él solía decir que llenaban demasiado.
Una vez Mari se sentó en la mesa, los dos comenzaron a comer. En silencio, solo se escuchaban los cubiertos y a Sunny echándole sirope a su comida.
- Y... Sunny.. ¿No has pensado en algún regalo para Kel?
Negó con la cabeza, Mari suspiró entre dientes con una sonrisa.
- Podemos ir a comprarle algo ahora, no será muy complicado encontrar algo que le pueda gustar. - Jugueteaba con un trozo de su desayuno. - ¿No tienes alguna idea? Podríamos preguntarles a los demás que les comprarán ellos.
Genial idea, Sunny asintió lentamente ya terminando sus pancakes. Esta vez no repitió y solo dejó el plato en el lavavajillas.
- Parece que estás listo, yo me iré a cambiar en cuanto termine. ¡Ve pensando en algo! - Todavía no había terminado de comer, pero vio la necesidad de decirle una vez que le vio con las intenciones de irse al salón.
