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-No puedo creer que ambos me hayan estado escondiendo algo tan importante de una manera tan descarada.
Heeseung estaba de pie frente al sofá de la sala de estar de la casa de Jay, con los brazos cruzados, mirando a su hermano y a su mejor amigo, los cuales se encontraban sentados, mirándolo de vuelta.
-Mmmhhh... ¿Amor?
Dijo Jake, quien estaba de pie, a su lado, dando pequeños toques sobre su brazo, intentando llamar su atención.
-Un segundo, bonito. Primero quiero que estos dos me den una explicación. De verdad no puedo creer que me hayan estado mintiendo.
Jake suspiró, seguido de Jungwon en el sofá, para luego tomarlo de la mano y arrastrarlo hacia la cocina.
-¿Qué estás haciendo?
-¿Cómo que qué estoy haciendo? ¿Te das cuenta de que todo este tiempo han estado prácticamente escondiéndose de mí?
Jake se cruzó de brazos, mirándolo con desaprobación.
-¿No te parece que estás siendo algo injusto?
El mayor desvió la mirada.
-No veo el por qué estaría siendo injusto.
Respondió, en voz baja. Jake suspiró de nuevo, acercándose a su novio para buscar su mirada.
-¿No crees que es momento de decirles?
Heeseung lo miró, con los ojos llenos de temor y nerviosismo y Jake acarició un poco su cabello, buscando calmarlo.
-Jungwon es tu hermano y Jay es tu mejor amigo, no van a juzgarte, bebé.
-Sí, Jungwon es mi hermano y Jay es mi mejor amigo, pero aún así no mencionaron que eran almas gemelas. Yo tampoco los habría juzgado a ellos, Jakey.
Jake asintió suavemente con la cabeza.
-Lo sé, amor, lo sé. Pero justo ahora, no se trata de echarse en cara todo lo que no se dijeron, sino de comprender por qué no lo hicieron y apoyarse.
Lo tomó de las manos con cuidado.
-Yo también les diré.
Y sonrió suavemente, para luego depositar un pequeño beso en los labios del chico frente a él.
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