# O3

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Mark se sorprendió al ver como RenJun tomaba asiento a su lado en medio de la clase.

—Supongo que no entiendes esto —RenJun acercó su rostro al cuaderno del contrario y observó los ejercicios mal hechos.

—No hace falta que vengas a presumir, ¿Sabes? —Mark rodó sus ojos y tapó con la manga de su camisa esa hoja.

RenJun sonrió.

—Quiero ayudarte. —habló sinceramente.

Eso a Lee le asustó.

—Primero me llamas Mark, y ahora esto. —soltó un suspiro seguido de una risa. —Te dije que no te enamoraras de mi, pero supongo que mis encantos son irresistibles.

RenJun quería golpearlo.

—Estás soñando, que sea buen compañero y de paso, buen amigo no significa nada. Concéntrate, Lee —volvió a fijar su vista en el cuaderno del mayor y este sonrió.

—Estás loco por mi, lo sé.

—Asco.

Mark soltó una risa demasiado fuerte, haciendo que ambos fuesen regañados por la profesora.

El mayor cerró sus ojos esperando escuchar lo de siempre, el "Siempre traes problemas" típico por parte de RenJun.

Más bien, escuchó una risa divertida de su parte.

—Es mejor que hagamos silencio, luego hablaremos de mi enamoramiento hacia ti —de nuevo volvió a su ironía espontánea, era inevitable, solo que esta vez no le fastidió.

Lee sonrió sin saber exactamente o entender las reacciones de su tutor.

—En serio me das miedo, Huang.

(...)

—Adivina quién saldrá este viernes con el amor de su vida. —RenJun caminó con el celular en su mano derecha y se sentó a un lado de Mark.

Últimamente pasaban demasiado tiempo juntos, el tiempo suficiente como para considerarse buenos amigos.

—¿Tú? —Lee sonrió emocionado. —¡Al fin!

Abrazó a su profesor y compañero, y comenzaron a reír.

—Tenías razón, no sería el fin del mundo si yo le llamaba. —RenJun revolvió el cabello rubio del mayor y besó su mejilla. —Gracias.

—¡Oh por Dios! —Mark comenzó a dramatizar. —¿Acabo de escuchar a Huang "yo solo sé decir de nada" RenJun decir la palabra mágica?

RenJun rodó sus ojos y empujó al mayor haciéndolo recostar en su cama.

—Lo dices cómo si fuese la peor persona que existe.

—Puede ser.

—¿Ah sí? —RenJun colocó ambas piernas alrededor de la cintura del mayor, sentándose encima de él y acercando su rostro con un hilo de saliva sobresaliendo de su boca.

—¡No, Renjun! ¡No! ¡Qué asco! ¡Aléjate! —Mark ejercía fuerza sobre los hombros del menor, más este no se alejaba y el hilo de baba se aproximaba cada vez más al rostro del canadiense.

En un movimiento brusco, Lee logró sacarse a RenJun de encima y terminar él encima de su pequeño.

—¿Qué querías hacer? —levantó un ceja con autosuficiencia. —Ya vas a ver. —Lee intentó juntar saliva para escupir el rostro del mayor en forma de venganza, pero antes de lograr su cometido, RenJun jaló su corbata del uniforme y juntó sus labios.

Beso en el cual, RenJun llevaba la ventaja, ya que Mark quedó un tanto perplejo por cierta acción.

Esta vez, diferente a las otras, sus labios parecían estar peleando entre sí, Mark sin pedir permiso anteriormente introdujo su lengua en la boca de RenJun, intensificando dicho contacto. El menor enredó sus brazos en el cuello de Lee y sintió a Mark bajar sus manos a su cintura.

No sabía por qué se sentía tan desesperado al hacer eso, y sin pensarlo demasiado decidió morder el labio del mayor ejerciendo poca fuerza, la suficiente para hacerlo soltar un sonido que los hizo separarse al instante.

Mark había soltado un pequeño gemido que alertó a ambos.

RenJun juraba no haberlo hecho tan fuerte, sin embargo, un poco de sangre brotaba de los rojizos labios del canadiense.

—Hijo —la madre del menor irrumpió en la habitación.

Ambos pegaron un salto en su lugar y mientras Mark tomó su libro de Química fingiendo concentración, RenJun comenzó a escribir números sin sentido en su cuaderno al verla aparecer.

—Quisiera saber si querían cenar o comer algo — Ambos fingían estar calmados por lo que miraron a la madre del menor con curiosidad.

Pero era notorio el ambiente extraño de incomodidad que había allí, el cabello un tanto desordenado de RenJun no causó efecto alguno en su madre, para ella era normal.

—¿Ya es tan tarde? —Mark preguntó y miró la hora. — D-debo irme. —Comenzó a guardar sus cosas. —Me disculpo pero será en otra ocasión, Señora Huang.

Hizo una pequeña reverencia en señal de disculpa y despedida para ambos, al hacer contacto visual con RenJun sus mejillas se colorearon de rojo.

Salió de allí, bajando las escaleras casi corriendo y al salir por la puerta se encontró con él.

¿Qué hacía en su casa? A esa hora de la noche.

Aunque no le importaba demasiado, corrió hasta su encuentro y lo abrazó.

—¡Donghyuck! —Mark desbordaba felicidad por volver a verlo.

—Te extrañé, Makku. — correspondió. —Prometo quedarme esta vez.

Y RenJun sintió una presión extraña en el pecho cuando al salir por la puerta para decirle a Mark que había olvidado su cuaderno, lo vió con ese chico abrazados.

RenJun se encogió de hombros y volvió adentro, pensó que el mayor tenía cosas más importantes, luego se lo daría.

no te enamores | markrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora