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RenJun quisiera conciliar el sueño, pero sus pensamientos no se lo permiten.

Su compañero de cuarto resultó ser Lee Minhyung. Estaban en un viaje escolar.

La luz de la luna entraba por la ventana y lo único que se escuchaba ahí era la calma respiración de un dormido Mark.

Al parecer RenJun era el único que no podía descansar bien, se sentía extraño, nunca había sido una persona que le costara dormir, nunca tuvo problemas para eso pero de todas formas, se encontraba ahí sin poder pegar un solo ojo.

La cama de Lee se encontraba frente a la suya.

Cierta incomodidad se había formado entre ellos desde la última vez que se besaron. Mark sonaba más cortante y era distante.

Y RenJun fingía que no le importaba, que no le dolía, pero de todas formas lo hacía, extrañaba a su amigo.

Volteó su cuerpo y miró hacia la cama del canadiense, el cual descansaba plácidamente en esta, observó sus facciones con detenimiento sus mejillas, sus ojos y pestañas, su cabello rubio desordenado le daba un toque tan adorable.

RenJun estaba seguro de que cuando él dormía no se veía de esa forma, seguramente se veía hecho un desastre, pero Minhyung no, lucía bien en todo momento.

RenJun podía llegar a asimilar el hecho de que le gustara un poco, porque decir que no lo hacía sería estar mintiendo y él odia las mentiras.

—Deja de mirarme y duérmete. —Mark abrió de repente sus ojos y los fijó en los de RenJun.

Este dió un saltito en su lugar del susto ¿Lo había despertado?

—No puedo dormirme. —se acomodó en la cama mirando el techo, frunció el ceño y cerró los ojos, no podía dormir.

—Dijiste que estabas cansado por todas las actividades que hicimos hoy, mañana siguen así que mejor duérmete. —Lee parecía estar regañando a Huang.

Y eso a Huang le molestaba, se suponía que él debía hacer eso con él, pero últimamente Lee estaba de muy mal humor y lo corregía por todo, ¿Desde cuándo se había vuelto así?

—No quiero. —RenJun soltó.

—B-bueno, entonces por lo menos deja de mirarme es molesto.

—¿Por qué me evitas, Mark?

Lee cerró sus ojos intentando volver a dormir.

—Makku-ah. —lo llamó, más este no respondió. RenJun comenzaba a impacientarse.

Se levantó de su cama y caminó hasta quedar frente a la del mayor.

Picó su brazo con un dedo, Mark no se inmutó, volvió a picarlo esta vez más fuerte.

—¡Renjun! —se quejó. —Déjame dormir.

—No, responde. —volvió a picar su brazo. —Si me dices el por qué entonces me dormiré.

RenJun intentó volver a picar el brazo del mayor cuando sintió como su brazo era jalado hacia abajo y terminaba sobre el colchón con Mark encima de él.

Su respiración se agitó, de un momento para otro sus mejillas se sonrojaron y su pulso comenzó a acelerarse.

La luna era la única presente ahí, la oscuridad cubría toda la habitación y sus rostros solo eran visibles por la tenue luz que la luna les proporcionaba.

—¿Es que nunca te callas? —Mark preguntó serio. RenJun abrió su boca para decir algo pero Mark lo interrumpió. —No, RenJun, por primera vez, no digas nada. —sonaba enojado.

—Si no quieres que hable, si no quieres que pregunte entonces dime.

Los ojos del chino comenzaban a cristalizarse, odiaba sentirse tan débil cerca del canadiense, lo detestaba.

—¿Por qué haces esto? —escondió su rostro en el cuello de su pequeño. —Basta, RenJun.

—Me gustas, Minhyung.

Silencio, de nuevo lo único que hacía eco ahí eran sus respiraciones.

Lee lo miró, una lágrima cayó de sus ojos y aterrizó en la mejilla de RenJun, estaba llorando, la última vez que RenJun lo vio tan vulnerable fue cuando discutió con su hermano, quería abrazarlo, odiaba verlo así.

Acarició su mejilla, quería comprender a Lee, quería conocerlo más, quería estar con él, sus ojos estaban fijos a los del rubio, le encantaban.

—Y-yo no te puedo gustar. —susurró entre lagrimas.

—¿Por qué? —ahora era el menor quien comenzó a llorar.

Le dolía. Ni siquiera sabía cómo había llegado a sentir eso, no sabía por qué tenía que gustarle Mark, pero lo hacía, le gustaba mucho y en ese momento, cuando sus labios casi rozaban en lo único que pensaba era en tomar sus mejillas y besar cada una de las lágrimas que escurrían por estas, intentando así sanar un poco el dolor que lo abrumaban.

Besar sus labios se había vuelto algo adictivo, RenJun lo sabía, el tacto de Minhyung en su piel lo estremecía, su sonrisa le daba cierto color a todo y su presencia le hacía bien.

—Déjame amarte. —RenJun susurró sobre los labios ajenos.

Ese beso le trajo paz a Mark, RenJun le transmitía confianza y seguridad, amaba demasiado a ese extranjero y odiaba no poder evitarlo.

RenJun envolvió sus brazos alrededor del cuello de Mark, lo atrajo más hacia sí, sintió como posaba sus manos en su cintura y al acercar su cuerpo un poco más hacia el ajeno la intensidad del beso se incrementaba, con su rodilla rozó la entrepierna ajena y el mayor soltó un leve gemido que erizó la piel de RenJun, besos húmedos recorrían su cuello, pequeñas mordidas marcaban la pálida piel del chino, volvieron a juntar sus labios luchando para ver quien tenía el control sobre el otro, un beso desesperado, uno deseoso, los consumía pero a Mark le dolía.

Lee se separó de Huang. Sus respiraciones eran entrecortadas y los labios del menor sangraban un poco.

—Y-Yo... —se alejó. —No me gustas, RenJun. —se levantó y se sentó a los pies de la cama, dejando a su menor más confundido que antes.

Aunque, RenJun ya tenía la respuesta. Mark se alejaba de él porque seguramente era muy obvio y lo fastidiaba, y tal vez no tenía el valor para rechazarlo directamente por eso se alejó.

RenJun asintió. Volvió a su cama e intentó dormir, podía asimilarlo, lo haría, después de todo lo superaría.

RenJun tenía razón, esas cursilerías sobre el primer amor, el primer beso y una relación daban asco, se preguntaba cómo fue que en algún momento pensó que quizás era algo que le podría llegar a pasar a él, claro que no.

La puerta sonó, Lee había salido de ahí.

Y Huang RenJun lo agradeció porque no quería que lo escucharan llorar, no quería quedar más patético de lo que ya era.

no te enamores | markrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora