Lovely Bond || KᴏᴏᴋMɪɴ

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Habían pasado apenas unos días desde que Jimin había sido dado de alta. Hoseok le había insistido a Jimin que se fuera a vivir a su casa, Jimin al principio se negó porque no quería ser una carga para su mejor amigo, pero al final termino accediendo, pues no quería volver a esa casa donde había vivido un infierno, además de que ambos tenían miedo de que si Jimin se regresara a esa casa, el Alfa pudiera regresar en cualquier momento. Por otro lado, la policía seguía buscándolo. Jimin vivía con el temor de que regrese y lo golpee hasta matarlo. 

El destino no se había puesto a favor de Jimin y Jungkook, en el hospital el trabajo había subido como espuma, en especial para Jeon, gracias a la época las enfermedades respiratorias como gripe y tos estaban a la orden del día. Ni siquiera había tenido tiempo para hablar con Jimin, aunque sea por teléfono, así que no sabía nada de él.

Entró a la cafetería y se sentó en una mesa en lo que preparaban su café. Sacó su celular y buscó el número de Jimin. Vio la hora. Bueno, no era tan tarde, de seguro el Omega seguiría despierto. Recordó que una vez Jimin le dijo que le costaba conciliar el sueño.

Estaba por darle al botón de llamar cuando lo llamaron por los altavoces.

—Doctor Jeon, favor de venir al área de emergencia. Repito: doctor Jeon, favor de venir al área de emergencias. —la voz de Jennie se escuchó por todo el hospital.

Se le hizo raro que lo llamarán a emergencias, no lo hacían desde... Jimin.

Oh, no.

Mierda.

Jimin.

Como si de un resorte se tratara, se levantó de inmediato y salió de ahí casi corriendo, no sin antes haber avisado que cancelaran su café.

Llegó al área de emergencia y se acercó al módulo de atención.

—¿Qué pasa, Jennie?

—Eh... Es Jimin.

Habían otros médicos que podían hacerse cargo, pero Jennie sabía de la relación que estaba surgiendo entre Jimin y Jungkook, así que cuando Jimin entró por la puerta de emergencias, no dudo ni un segundo en vocear a Jungkook. 

—¿Qué pasa? —la preocupación en su voz era más que notoria.

—Aún no sabemos, pero Jisoo dijo que muy probablemente sea una recaída por el lazo roto. Según su teoría, no le había afectado tanto porque te tenía a ti y había formado una especie de lazo afectivo, pero al no verte o tener tu olor, puede ser una causa de que se haya puesto mal. Incluso puede que su Alfa haya mordido a alguien más dejándolo peor. 

—No es su Alfa, ya no. —gruñó dejándose llevar por su lobo.

—Tranquilo.

—¿En dónde está? —miró hacia las camillas. 

—No está aquí, lo llevaron de inmediato a piso. La misma habitación, la trece. —Jeon solo asintió y desapareció de ahí.

Corrió por todo el hospital, el área de emergencia y el piso de internos estaba prácticamente de lados contrarios. 

—Jungkook, que bueno que te veo. —Seokjin iba saliendo de su consultorio— Quería pedirte- —ni siquiera pudo seguir porque el pelinegro siguió de largo.

—¡Lo siento, es Jimin! —volteó rápidamente y se detuvo de repente— Ven, necesito que cheques si está bien el bebé.

—¿Qué pasó? —llegó a su lado.

—No sé, Jennie me dijo que lo trajeron porque se puso mal, al parecer es el lazo. —iba a seguir su camino, pero Seokjin lo detuvo.

—Espera. —lo tomó del hombro— Kook, sabes cuál es la solución para su lazo roto y que deje de sufrir por eso, además también es por el bebé. —lo miró con decisión.