"Complicaciones"

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–Narradora:

Los primeros meses fueron, no mas que extraños. Él padre del bebé en el vientre de Cheetara habían comenzado a sentir los efectos del embarazo. tenía una parte que sanar. Cheetara se convertía en un mar de lágrimas, por lo que León-O acudía en su ayuda y la mimaba durante largas horas,. Si salía algún imprevisto, no le quedaba otra que dejarla y salir a cumplir con su deber, claro que ella se salía con la suya y se iba con él y los demás Thundercats. Y finalmente el "desafortunado" cocinero de media noche, puesto que los poco a poco crecientes antojos de su amada, le despertaban en la noche. Pero su recompensa era Observar y participar en los cambios de Cheetara, el lento crecimiento del vientre de ella. No había aumentado mas que unos seis centímetros o ocho, de seguro, pero disfrutaba observándola frente al espejo, semi desnuda intentando imaginar como luciría después de un tiempo. Además de escuchar sus sueños de madre y la forma en que le hacía partícipe de ellos. Sin embargo, las cosas no podían ir bien siempre. Contando con tres meses y un par de semanas de embarazo, cuando la paz y la felicidad estaban mas allá de lo que se habían imaginado. Algo sucedió....






Cheetara se encontraba sentada debajo de un enorme árbol. Sostenía en sus manos un libro, y de vez en cuando desviaba su mirada para observar a su amado Thundercat entrenar,. Normalmente, su relación era de amor puro, tranquilos, con mucha dinámica, pero entre ellos, algo había cambiado. Compartían muchas cosas, eran muy amigos, y poco a poco su amor había crecido grandemente. Cheetara comenzó a sentir algo de hambre, por lo que dejó su libro al lado y se apoyó en el árbol, acción que no pasó desapercibida por leon-o, el apareciendo, y corriendo hacia Cheetara.

—¿Te ayudo?—




—No hay problema.—



—Oh vamos, te ayudo a que te levantes.— él león insistió.

Cheetara sonrió.



Sin embargo, todos sus movimientos habían sido seguidos muy de cerca por su peor enemigo... Mum-Ra....





—Así que... esa es la razón por la que la Thundercat no ha aparecido...—


—¿Qué tanto murmuras, Mum-Ra?—




—Reptilio, tengo una misión para ti, y tus mutantes...—




—Tras decirlo, una sonrisa adornó con crueldad el rostro de Mum-Ra.—




Minutos mas tarde, en el Cubil felino, Cheetara se encontraba sentada comiendo algo de fruta con azúcar en un plato, mientras que Leon-o volvió a entrenar. En ese instante, comenzó a brillar el ojo de Thundera.






—Un momento... Espada del Augurio, quiero ver mas allá de lo evidente.—Ante los ojos de León-O, se presentó un ataque masivo al tercer planeta por parte de los mutantes. Los pueblos de los Berbils, los cuidadores de unicornios, las amazonas... muchos pueblos estaban siendo atacados cruelmente. —Por jaga, esto no puede estar sucediendo—




—¿Qué sucede?— Cheetara se acercó a su amado con mirada preocupada.






—Son los mutantes, están atacando a los pueblos del tercer planeta. —los demás y yo tenemos que ir....—




—Yo voy con ustedes—






—No, Cheetara, esta vez que quedarás, es un ataque masivo.—



Nuestro hermoso errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora