Capítulo VI: dumb.

247 41 21
                                    

Todos miraban con extrañeza la sonrisa estúpida que tenía Chanyeol esa mañana. Su nariz lucía un tanto hinchada y la bandita que tenía puesta lo hacía ver aún más estúpido, siendo la razón de las primeras risas de la mañana por parte de sus muy queridos amigos.

Sehun notaba el denso ambiente que rodeaba a Jongin y a Wonho, aunque este último parecía tener más bien una crisis existencial por cómo su mirada se quedaba fija en la pared. Pestañeó con duda hacia el platinado, quien todavía seguía con esa sonrisa que le estaba poniendo los pelos de punta.

Un imprevisto estornudo meció su mundo y entonces se quedó petrificado, sabiendo lo que se avecinaba.

—Permiso —un suave murmullo dejó el salón en silencio y automáticamente todas las miradas se posaron en el sonrojado ángel que se asomó por la puerta—. Profesor, el director lo llama.

El mayor, quien se encontraba corrigiendo algunos exámenes, le sonrió a Luhan y se levantó de su asiento, no sin antes anunciarle a los de último año que volvería pronto y que no armasen un desastre. Sin embargo, todo estaba en absoluto silencio ante la resplandeciente presencia del muchacho que se notaba demasiado nervioso al ser protagonista de todas las miradas.

Cuando el profesor iba a salir, Luhan lo llamó y le dijo algo que nadie pudo escuchar, pero que le hizo voltear hacia la clase y buscar con la mirada a alguien.

—Oh Sehun, ¿Podrías ayudar a Luhan?

Toda la atención de sus amigos se centró en él.

—Sehun se rompió la pierna, profesor, yo puedo ayudar a Luhan. —se pronunció en voz alta Jongin, saltando de su asiento.

—Jongin se torció el tobillo también, yo puedo ayudar a Luhan —esta vez Wonho saltó, ganándose la mirada asesina de Jongin y la estupefacta de Sehun—. ¿Por qué me miran así?

Un par de chicas más saltaron y se ofrecieron a ayudar a Luhan, pero el mayor exigió silencio.

—Dije Oh Sehun y se acabó.

A regañadientes se levantó y se encontró con la mirada asesina de sus amigos, sintiéndose completamente confundido por aquellas reacciones tan absurdas. ¿Qué culpa tenía él que el profesor lo llamara?

Salió del salón y se encontró con el castaño, quien lo miraba con una amplía sonrisa que de alguna manera lo irritó.

—¿En qué debo ayudarte?

—¿Podrías ayudarnos a colgar unos lienzos? Eres de los más altos, así que me pidieron que te llamara.

Asintiendo sin ganas, Luhan le sonrió una vez más y comenzó a caminar hacia las escaleras. Sehun pegó otro estornudo y maldijo sus genes, ya que si no fuese alto no se encontraría siguiendo al ángel que tenía a sus amigos en una competencia donde él era el aclamado premio.

Mientras bajaban las escaleras, tuvo que agarrarse del barandal cuando Luhan volteó sin aviso y casi termina tropezándose sobre él.

—Así que Oh Sehun es tu nombre~.

—¿Tienes algún problema con ello?

Era incomprensible su mal humor cada vez que Luhan estaba cerca y le era inevitable no ser hosco, para nada afectado con el "efecto Luhan" del que estaban padeciendo sus amigos.

El castaño se encogió de hombros, su mirada lanzándole brillos imaginarios que pensó en esquivar.

—Es un lindo nombre.

Reanudaron el camino y Sehun comprendió de qué trataba todo aquello al llegar al gimnasio, rodeado de todos los estudiantes de primer año. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando notó una mirada demasiada cargada de odio hacia su persona.

Pequeño Bambi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora