Shine

Butterflies

Oh darling, what are you doing to me?

Me dije de repente entre mis pensamientos, ¿qué estaba pasándome?

Ronnie me llevó de la mano todo el camino hasta el Walmart, era muy raro, porque ella se sentía a gusto, y muy feliz, todos detrás de nosotros nos hacían burla y se reían de ello.

Llegando al lugar, fue cuando ella me pidió que me sentara a su lado.
Accedí feliz.

Me contaba anécdotas suyas, pero con una emoción que nunca había visto en ella, y eso que era una persona muy risueña, con mucho cariño y sentido del humor.

Pero, oh vaya, llegó el momento de pagar, ella abrió su cartera para sacar el dinero, le dije que yo ponía lo suyo, para que no se preocupara.

-Ay, que lindo, gracias... Es más, por eso, ven, toma esto... - dijo mientras de su bolsa sacaba una pequeña pulsera.

Era una pulsera de café, y sí, café real, los granos estaban amarrados y/o insertados en la pulsera, junto a demás adornos.

-Es una pulsera que guardo desde hace mucho, y me hace ilusión dártela a ti, cuidala mucho, porque haz de cuenta que soy yo ¿okay? - me dijo Ronnie mientras me la ponía y me veía a los ojos.

-Sí, no te preocupes, yo la cuidaré como nunca. - respondí entre risas.

Ronnie se ríe, y todos alrededor se reían de cómo pasó todo tan rápido, decían cosas como: "Uy, ya te hicieron amarre, ya valió"

A mi solo me daba risa, y a Ronnie... le hacía ilusión.

Total, pasó el tiempo y era hora de irnos a casa. Como yo vivía cerca, sólo era cuestión de caminar un poco.

Despedí a Ronnie, y a Manolo en una tienda de autoservicio.

Ana seguía conmigo, ya que vivíamos relativamente cerca del otro.

-Oye... ¿qué pasó entre tú y Ronnie, eh? Los vi demasiado juntos en el ensayo...
¿Qué onda? ¿Te gusta? - preguntó Ana mirándome con una risa juguetona.

-¿Qué? ¡No! ¡Cómo crees! Llevamos poquito de conocernos, pero debo reconocer... que hoy anduvo muy tierna conmigo... - respondí sorprendido.

-Es que eso es cierto, tienes que ver bien si solamente es su forma de ser o si realmente va con otra intención contigo... y no quiero sonar aguafiestas, pero es la verdad... - respondió Ana de manera seria.

Y a pesar de todo, ella tenía razón, no podía irme a la segura y decirle algo que termine mal...

Ana me dijo que pensara bien las cosas, y qué me hizo sentir.

En ese momento, no pude explicar como me sentía, pero creo que ahora sí puedo.

Me sentía diferente, en un ambiente muy agradable, muy lindo. Ronnie tiene una forma de hablar muy inteligente e interesante... sabe que decir, y sin miedo a nada. Es tan ocurrente... En el momento que se puso más dulce conmigo, mi estómago se revolvía... era una rara sensación que me gustaba (o quizás era solamente un peo)

Cuando me pidió el abrazo, pude sentir como su alma y la mía se conectaban, un abrazo de aura y cariño se sintió. Ronnie triste por fuera y yo con la idea de consolarla era... una combinación muy especial. Porque en ese abrazo, ella dejó caer todo lo que sentía, y en esa vulnerabilidad, pude ver lo más bonito de ella. Lo que siente, lo que ama.