Nación de Marley, Libero
Invierno| Mi sangre: No necesitas huir, solo quédate conmigo |
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Así fue como Dylan espero un par de horas, mirando a los soldados subiendo y bajando de aquellas escaleras, resguardando sus manos en los bolsillos de su abrigo, para alejar el frío, comenzaban a nevar y eso le pareció divertido: Su primer beso en la nevada con Porco el año pasado. Sonrió como una boba enamorada y suspiro esperando a por su amado.
—Tanto tiempo sin verte Dylan, ¿cómo está tu padre?—la tranquila voz de Pieck la hizo voltear, ambas pelinegras se sonrieron—Tantos recuerdos, ¿no?
—Así es Pieck, mi padre está bien, fue de pesca hace tres días, ¿Qué tal el tuyo?—la niña del parche dejó de tocar su cara y suspiro un poco impaciente.
—Dylan lamento mucho lo de Aarón, de verdad lo siento mucho.
—Esta bien Pieck, mi hermano sabia lo que hacía y como terminaría, sin rencores.
Fisher le dio un abrazo a Pieck el cual tomó por sorpresa a la guerrera, lo correspondió con bastante afecto.—Voy a estar muy agradecida contigo, hablo en serio, no sé que habría sido de mi padre, sin tu desinteresado gesto.
—Mi padre dice que si puedo ayudar a quien lo necesita, lo haga, no me debes nada Pieck—Dylan se acomodó el cabello y siguió mirando a los soldados realizar sus tareas—Habló en serio, yo lo hice porque tu mereces más el titán y me da gusto que tu padre esté mejorando, Aarón sabía el riesgo de ser un guerrero, fue su voluntad, ese día fue la mía y ahora es la tuya, Pieck, de verdad no te guardo ningún resentimiento.
Era demasiado obvio que Dylan ya no quería hablar de eso, lo que Finger agradeció en silencio y le hizo una seña al jefe de guerra para que se fuera con ellas.
—¡Pero que junta! Galliard esta muy molesto—Zeke encendió un cigarrillo y dio una larga calada, suspirando y sentándose en la banca cerca de ellas—Espero que sepas controlar ese mal temperamento, porque lo necesitarás.
—Tranquilo, no puede ser tan malo, ¿cierto?—Dylan se rio y después de meditarlo un poco se preocupo—No fueron noticias agradables, mierda.
—Será una suerte si Reiner no termina llorando en el suelo—comentó Zeke—Además ya es todo un adulto y es más alto que Porco, espero que al menos nos dé algo de pelea antes de ir con su madre a llorar.
—Zeke, no digas esas cosas, somos adultos y tal vez un poco más maduros para aceptar las consecuencias de nuestros actos.
Pieck sonrió apacible, su rostro siempre lucia triste y un poco cansado, lo que le daba cierro encanto a la pelinegra. Cuando Zeke terminó su cigarrillo, se puso de pie y ayudó a la pequeña Pieck a levantarse, algunas veces esos dos parecían un matrimonio y Dylan no podía evitar pensar que mantenían algún tipo de relación, una en la que todo Marley lo sabía y notaba excepto por ellos dos.
—Voy a esperar a Porco—Fisher despidió a sus conocidos, sintiendo una palmadita en el hombro cortesía del jefe de guerra–Nos vemos, Zeke, descansen.
Dylan pudo ver a Reiner bajar las escaleras, incluso se sorprendió al verlo después de todo ese tiempo, vaya que había cambiado y crecido, se había ido como un niño inocente y regresó como todo un adulto hecho y derecho. Braun le sonrió amistoso
—¡Oye!—Porco bajo las escaleras y furioso tacleo a Reiner y empezó a golpearlo en el rostro repetidas veces. Todos los soldados se quedaron sorprendidos, excepto sus camaradas—¡Maldito inútil cobarde! ¡Hijo de puta, tenías sólo una cosa que hacer, sólo una maldita cosa y la cagaste!
—¡Porco, basta!—Fisher miro a su novio, jamás lo había visto de esa manera, tan agresivo y tan furioso, con los ojos desorbitados y llenos de rabia, incluso podía sentir el coraje en cada golpe sobre el rostro de Reiner—¡Porco, déjalo, lo estás lastimando!
—No, déjalos, con suerte Reiner podrá regenerarse—Zeke miró la pelea en el suelo—Eso sí Porco se cansa rápido.
Nadie más dijo algo o se inmutó para detener la pelea. Dylan, quien fue la primera en querer detenerlo comprendía lo que había pasado: Marcel había muerto. La causa y los detalles eran desconocidos para la azabache pero la desesperación y frustración de Galliard, la hizo recordar el día de la ceremonia cuando repartieron los titanes, era la misma rabieta infantil, los mismos insultos y las mismas palabras hirientes. Ella lo entendía, incluso lo supo desde que eran unos simples niños, niños que esperaban cumplir con las expectativas de sus padres para abrirse camino en este cruel y jodido agujero que era Libero, la diferencia en esta pelea fue que Marcel no se encontraba presente para detener los puños de su hermanito y que Porco no había madurado lo suficiente como para comprenderlo y entenderlo sin la necesidad de recurrir a la violencia y el rencor asía Reiner.
Galliard dio por terminada la pelea azotando la cabeza de Reiner sobre el concreto, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, se quito de encima de Braun y se alejo sin decir nada más o tan siquiera mirar a su novia, solo se marchó con su dolor.—Reiner, lo siento.
Fue Dylan la que se disculpo por su novio y camino en silencio detrás del rubio, escuchando los murmullos por lo bajo y el intento fallido de no romper en llanto, mientras se peinaba el cabello con los dedos. Cuando llegaron a casa Porco le cerró la puerta en la cara a la mujer y el mensaje fue bastante claro:
Lárgate.
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I'm Looking Through You [Porco Galliard x OC]
Fanfiction| Tus labios se mueven, no puedo oírte. Tu voz es relajante, pero las palabras no son claras. No suenas diferente, he aprendido el juego. Estoy mirando a través de ti, y no estas en ninguna parte... | I'm Looking Trough You, The Beatles. Rubber S...