Día 1: mascotas

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一No sé si pueda hacer esto.

Kirishima estaba un poco incómodo, aún sostenía entre sus manos el collar rojo de quien había partido hace un par de meses, no estaba seguro qué adoptar a otro perro fuera la solución, pero su novio lo había convencido de qué quizá era tiempo de hacerlo.

一Ei, cariño, no estamos borrando a la bola de pelos, pero tenemos espacio y muchos juguetes, sería bueno cuidar a otro baboso perro qué se meta en la cama a las 5 de la mañana.

Nadie podría reconocer a Bakugo Katsuki en su faceta de noviazgo, no es como si otra persona además de su novio la haya visto, el rubio suele usar palabras cariñosas o aceptar el contacto físico siempre qué sea por y de Eijiro Kirishima, cualquier otra nunca tendrá ese privilegio.

Aun con un montón de inseguridades en su cabeza Kirishima decide aceptar ir al refugio de animales con su novio, no es como si dos héroes profesionales necesitarán un perro guardián, tampoco el pequeño "Blasty" entraba en esa característica, el perro pomerania había sido adoptado tan pronto se mudaron juntos, ninguno de los dos lo dijo pero ambos lo veían casi como su hijo, a pesar de qué mordía constantemente los zapatos del pelirrojo y ladraba a las tes de la mañana. Bakugo solía decir qué era una maldita bola de pelos agresiva, y siempre se reía de como le ladraba a los vecinos, sus amigos, en especial Kaminari, decían qué ese perro tenía algo mal, llamándolo incluso un perro traído del infierno, aún así los apoyo cuando falleció; ahora solo les quedan sus fotos y recuerdos.

Ninguno estaba seguro de estar completamente listo para tener a otro perro en sus vidas, pero era cierto qué tenían mucho espacio, dinero suficiente y ninguna oportunidad de tener hijos o adoptar, el matrimonio igualitario aún no era legal a pesar de todos sus esfuerzos, era probable qué ellos fueran solo novios por el resto de sus vidas, ambos estaban bien con eso, no necesitaban un papel qué les dijera lo qué ellos, sus familias y amigos ya sabían, se amaban y no importaba lo qué dijera la ley.

El camino al refugio fue demasiado silencioso, Bakugo no soltó la mano de Eijiro en ningún momento, tenían la privacidad de su auto así qué podía hacer lo qué quisiera, aunque siendo Bakugo lo hacía de todos modos. Fueron recibidos por un amable chico de baja estatura, no debía de tener ni veinte años, pero sabía demasiado de animales, ambos pensaron qué seguramente era un estudiante de veterinaria.

Empezaron a pasar por las jaulas de los perros, Katsuki aun sostenía la mano de su novio, Kirishima los miró uno a uno, todos eran encantadores, le gustaría haber cuidado de todos y cada uno; sin embargo no sintió esa conexión como la primera vez qué vio al pequeño Blasty, con solo una mirada supo qué estaría en su vida por los años venideros, de pronto sintió la mano qué lo había estado sosteniendo alejarse, pudo ver a su novio casi correr hacía una de las últimas jaulas.

一Este es 一dijo con emoción.

Sin mucha prisa el pelirrojo se acercó para ver un pitbull de gran tamaño, gris obscuro, una mancha en el lomo y una gran cicatriz en el ojo izquierdo, se notaba a simple vista qué estaba parcialmente ciego de ese ojo, aun así veía atentamente a Katsuki bajando las orejas, acercándose a la orilla de la jaula casi lo suficiente para qué el rubio lo tocara.

一¿Está seguro? 一dijo el chico del refugio. 一Rocky fue rescatado de peleas de perros y no es muy amigable.

"No muy amigable" Eijiro recuerda cuando le dijeron lo mismo de Blasty y aun así el perro dejó qué lo cargara.

一Joder, tiene el maldito nombre perfecto 一Katsuki se puso de cunclillas para ver directamente al perro, no sonreía, pero por su tono de voz Eijiro sabía qué estaba malditamente feliz, así qué decidió acercarce a la jaula e imitar la posición de su novio para ver mejor al perro, en sus ojos se veía a alguien qué ha atravesado demasiadas peleas y solo busca un lugar para respirar.

一¿Puede abrir la jaula para verlo mejor? 一el pelirrojo estaba casi seguro de qué lo habían encontrado.

一¿Están seguros?

Ambos asintieron, el chico tomó un arnes preparándose para lo peor, el perro de gran tamaño se limitó a olfatearlos un poco para después recargar la cabeza en el brazo de Katsuki.

一Este es 一Bakugo sonrió, cualquiera qué no lo conociera pensaría qué era la sonrisa de un asesino serial, pero para Kirishima era la sonrisa más bonita de todas, significaba qué estaba jodidamente feliz.

一Vamos a necesitar juguetes más grandes.

Eijiro aun extrañaba a Blasty, pero habían encontrado al perro perfecto para ellos, o quizá él los encontró a ellos.

KiriBaku week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora