Escrita en Octubre de 2022
Segundo libro de la saga bad boy, para leer esta historia primero debes leer el primer libro "A mil por hora".
Ser parte del equipo de seguridad del Narco más poderoso de Corea del Sur siempre había resultado bien porque...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─No quiero que falle nada, si llega a morir durante el viaje no habrá poder humano que los salve ¡¿lo han entendido?! ─ habló Yoongi mientras veía como instalaban el equipo médico dentro del avión que lo transportará a su nuevo hogar con su nueva responsabilidad.
Bajo de nuevo para esperar la llegada de una ambulancia que traía el cargamento más importante que le habían delegado en toda su vida, el hijo de su mejor amigo, debía ser sacado del país bajo discreción después de que la policía lo hiciera pasar por fallecido ante la nación para protegerlo.
A partir de ahora su vida estaría en Liverpool donde fundaría su negocio nuevamente y volvería a empezar llevando la responsabilidad del control del negocio de su amigo, pero en aquel lugar la vida le daría sorpresas gratas que llenarían su corazón y comprendería porque a veces se hacen cosas fuera lo normal.
La vida para él y los Kim había sido buena hasta que un traidor llegó a sus vidas, pero eso ya no era su problema por El Narco se haría cargo, su problema ahora era que su protegido resistiera el viaje y la instalación en su nuevo hogar.
A nadie más le daría la responsabilidad de cuidar y proteger al hijo del Narco más poderoso de Asia, Europa y América, aquel joven que fue arrollado por el coche que lo perseguía a él y a sus amigos, sacrificando su integridad física por ellos, por amor a su hermana.
Mientras pensaba y analizaba todo aquello la ambulancia llegó, pudo ver de cerca al joven inconsciente, lo inyectaban a menudo para que no sufriera tanto por el dolor ya que el daño en sus costillas y la caja torácica era muy severo pero estaba estable, tenían que mantenerlo así para que no sufriera tanto.
Ver a ese muchacho que siempre fue fuerte en ese estado era lo que lo impulsaba más, aparte que era un plan que ya tenían trazado desde hacía años, pero gracias a la astucia que siempre tuvieron nunca se puso en marcha hasta hoy, cuando la muerte rondaba al líder principal.
Yoongi subió al avión, se acomodó sobre el cómodo asiento y espero a que esté se elevará, era un atardecer rojo el que se veía mientras que el aquel enorme transporte se elevaba con rumbo directo ya establecido, una nueva historia daba inicio con el viaje.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
