─ ¿Señor Min? ─ preguntó una chica que vestía completamente de negro con un traje sintético y armada hasta los dientes quién parecía hacer guardia en la entrada, Yoongi asintió ante su pregunta y está prosiguió ─ La señora Harper lo está esperando, por favor pase pero solo puede entrar uno de sus hombres ─ aclaró la joven.
Yoongi la escuchó y uno de sus hombres estaba alerta para entrar con él, sabían bien el plan y no les molestaba porque no querían una batalla siendo que lo que buscaba era seguridad para él y su protegido, que ayudarán al equipo de V y que sirvieran en su nuevo bar.
La mujer los guió por los pasillos donde todo se veía cargado de seguridad y elegancia, hasta una oficina dónde los esperaba la mencionada señora Harper, era una mujer de cabello rubio oscuro, labios carnosos, no mayor que Yoongi pero sí elegante en demasía, ella sonrió al verlo entrar como cuándo se ve a alguien que tenemos tiempo de conocer, la expresión de Yoongi también fue de familiaridad y los subordinados de cada uno se quedaron atrás mientras Min se acercaba a la mujer, viendo aquella peculiar confianza entre ambos.
Ella vestía con un fino y delicado vestido negro, combinado con unos tacones negros, era como una ejecutiva de alto nivel pero de negocios ilícitos, experta en armas y entrenamiento de sobrevivencia, no era alguien a quién se le quisiera tomar el pelo, siempre rastreaba, perseguía y aniquilaba a sus enemigos sin piedad alguna y era algo de lo que aunque no alardeaba se sabía y se respetaba, se movió para sentarse sobre su mismo escritorio y quedar frente a Yoongi, este se detuvo antes de llegar con ella para admirarla, aquello era definitivo, se conocían de tiempo atrás.
─ ¡Por favor, déjennos solos, no va a pasar pues nos conocemos desde hace mucho tiempo! ─ habló la mujer con una voz fuerte y autoritaria, aprovechando el tono de su voz que no era para nada feo, lo tenía todo, porte, belleza y liderazgo, nadie se atrevió a contradecirla.
Yoongi no se inmutó y solo escuchó como su escolta y la chica que los había guiado se fueron, la puerta se cerró y entonces este se acercó para meterse entre las piernas de ella con confianza, ella se lo permitió y ambos se fundieron en un beso que rozó en lo profundo.
─ ¿Me extrañaste? ─ preguntó Min una vez que cortaron el beso para tomar aliento pero la respuesta que recibió fue una fuerte cachetada que le hizo girar su rostro.
─ ¡Eso es por ser un patán he irte sin avisar! ─ vociferó enérgica y con enfado reflejado en su rostro.
─ ¡Te deje una carta! ¡Me iba a asesinar! ¿Qué querías que hiciera? ─ respondió en defensa el asiático mientras mantenía la mano sobre la zona afectada que se sentía caliente, pero entendía aquello porque la había plantado en un lujoso restaurante años atrás, la amaba pero debía huir.
─ ¡Hicimos el amor a diario! ¡Para eso nunca necesitaste una carta, cobarde! ─ volvió a gritar la señora Harper quien lucía muy molesta y buscaba de nuevo golpear a Yoongi, pero esta vez, él fue más listo y logró esquivarlo de modo oportuno y astuto.
─ Escúchame, cálmate por favor, sé que me equivoque y que no hice las cosas de modo correcto, pero no podía arriesgarme a buscarte y que los colombianos te encontrarán, si ellos te hubiesen hecho daño yo me habría vuelto loco, porque te amo... ─ confesó Min dejando de moverse, asumiendo la culpa.
─ Mm... ─ liberó un suspiro viendo como Yoongi se rendía y decidió dejarlo hablar, después de todo suponía que era un negocio ─ está bien, dime ¿por qué volviste? ─ cuestionó Harper.
─ Necesito tus servicios, ya sabes, prostitutas, bailarinas y meseras pero también guardaespaldas, esto último es lo más esencial ─explicó el asiático.
─ Entonces empecemos por lo esencial, ¿cuántas y para qué? ─ preguntó volviendo a su lugar y empezando a tomar nota.
─ Necesito doblar la seguridad en el Royal Liverpool, tengo a alguien importante internado ahí y solo a cuatro hombres cuidando de él ─ explicó Yoongi.
─ ¿Lastimaron a alguien del equipo?, debió ser una misión muy arriesgada, ¿puedo saber de quién se trata? ─ interrogó curiosa ante aquella explicación.
─ Creo que no deberías saberlo, nuestros caminos se cruzaron gracias a tu hermana y Jin, es una pena que ella ya no esté... ahora solo Jin queda siendo padre... ─ respondió divagando para no dar detalles.
─ ¿El Narco?, ¿acaso es a él a quién tienes protegido solo por cuatro hombres? ─ prosiguió con algo de enfado ante aquella arriesgada posibilidad, era algo demasiado estúpido que no podía creer, algo insólito.
─ No querida mía, El Narco está a salvo en Corea, haciéndose cargo de lo que su hijo un día logró hacer mientras esté permanecía en la cárcel, verás, hubo una persecución en la que corría peligro el equipo y la guarida y Taehyung... ─ dijo siendo interrumpido por Harper.
─ ¡No puedes estar hablando en serio! ¡Jin dijo que no iba a permitir que ingresara al negocio! ¡Dime que no es verdad! ─ respondió alterada, parecía preocuparse demasiado por el hijo del Narco, pero era algo inexplicable porque parecía que no se conocían, nunca su nombre fue nombrado en la historia de la vida de Taehyung.
Entonces Yoongi le explicó lo que estaba pasando, cómo iban las cosas y que podía hacer ante aquella verdad, el hijo de su única familia ahora debatía entre la vida y la muerte, Yoongi lo estaba protegiendo y ella se había mantenido al margen para que pudiera llevar una vida normal pero parecía que el destino no había pensado lo mismo, cedió a Yoongi a sus mejores elementos para que protegerán la habitación del convaleciente y también un número de chicas para trabajar en el bar que al final también era un burdel.
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BAD BOYS 2 IMPACT BAR一 MYG 一 +21
FanfictionEscrita en Octubre de 2022 Segundo libro de la saga bad boy, para leer esta historia primero debes leer el primer libro "A mil por hora". Ser parte del equipo de seguridad del Narco más poderoso de Corea del Sur siempre había resultado bien porque...