-¿Qué ha ocurrido?
-Se volvió loca, casi lo mata.
-¿Y Brais?
-Lo están curando.
Valerie escuchaba voces desde su habitación. Era blanca y olía a limpio; desde luego no era la que compartía con July.
Un hombre mayor entró y se sentó a su lado.
-¿Te encuentras mejor? Tus amigos te están esperando.
Valerie asintió y el doctor comenzó a hacerle preguntas que la chica no quería contestar. A los pocos minutos, le dio permiso para irse.
-¡Val! -exclamaron July y Da.
Corrieron a abrazarla mientras Mean los miraba a cierta distancia. No era que no quisiera a Valerie, simplemente eso de mostrar su afecto por las personas no le iba mucho.
Valerie se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, haciéndole saber que no le molestaba. Mean sonrió, una sonrisa que nadie había visto allí.
-Debes ser un ángel -comentó July-: ¡le has hecho sonreír!
Continuaron hablando y gastando bromas hasta que una persona apareció en el pasillo.
Era Brais.
Tenía todo el abdomen vendado, los labios partidos, un ojo morado y cojeaba.
Valerie gritó y corrió hacia Brais. Lo abrazó suavemente, para no hacerle daño, mientras lloraba y le pedía perdón.
-Tú soportaste a mis voces -le susurró él con cariño-. Yo puedo soportar a las tuyas.
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Valerie.
Short Story"Me volví loco con largos intervalos de horrible cordura" - Edgar Allan Poe.