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Mark  estaba rodeado.

Todos lo tenían vigilado, según lo que había escuchado no era como si no pudiera acercarse a Yuta pero cualquier alerta de que había siquiera un toque indebido la maestra Min, el maestro Kim y el director tenían el deber de llamar a sus madre, así que si, estaba totalmente atrapado.

Ese día tocaba gimnasia y los omegas hombres tenían su propio baño pero Mark tenía más de dos días sin ver a Yuta más que por los pasillos, con miraditas, pequeñas sonrisas y leves sonrojos, nada más. Porque no podían, no podían en la escuela y mucho menos fuera de ella. Sin embargo, ellos habían hablado, Messenger era la única red que su mamá no solía revisarle cuando estaba castigado porque la ignoraba, para ella no era interesante.

Yuta le había dicho que tendría entrenamiento en el otro lado del campus y que podrían encontrarse por unos minutos ya que sus horas de concluir sus clases y entrenamiento respectivamente eran al mismo tiempo. Mark debía ir a ducharse, apestaba a sí mismo de una forma muy intensa, el olor de su sudor era casi tan intenso como el olor de su calor pero sin el toque de sensualidad que solía conllevar este.

También llevaba una camiseta muy grande para el pues cuando fueron a conseguir su uniforme de gimnasia ya no quedaban de omegas y tuvo que tomar una de su talla dos veces, los pantalones que usaban también eran cortos así que estaba totalmente en desventaja al lado del baño de chicos. Miro su celular para observar la hora, debería ya estar en su próxima clase.

Dos minutos después no hubo señal de Yuta pero si de un montón de alfas y betas que estaban pasando por la puerta para ir hacia la ducha. No pasó por alto sus miradas, varios de ellos le dieron al menos una mirada de arriba abajo y Mark se sintió nervioso. Ninguno se acercó, al menos eso pensó, de repente sintió el aliento de alguien detrás suyo y sintió un escalofrío más la intensa sensación de repulsión. Cuando los Alfas hacían deportes solían sudar el doble que los omegas y su olor usualmente no era agradable, habían pocos que lo tenían agradable, algunos simplemente eran hediondos, a cebolla, ajo... Era horrible.

Ese chico tenía un olor extraño e intenso a Cebollín.

-¿Qué haces?-se quejó alejándose del más alto.

Tenía un corte muy bajo y su complexión era al menos cuatro veces Mark, tuvo que tirar su cabeza hacia atrás para mostrarle su ceño fruncido.

-¿Qué haces tu aquí?-lo miro de arriba abajo con una sonrisa.-¿Estás buscando un Alfa o algo así?

-Si, pero estoy seguro que no es a ti.

-¿Por qué no? Todos te pasaron y yo te hice caso, muñequito.

Mark se alejó nuevamente cuando el alto colocó su brazo al lado de su rostro. Olía tan mal.

-Oh, no sé qué estés pensando pero estoy seguro que no es eso. Estoy buscando a alguien específico, ¿Podrías alejarte?-grito lo último cuando el más alto se acercó nuevamente.

-Ya, todos los omegas son iguales, solo buscan un Alfa que los folle, así que no te hagas el interesante y vamos a resolver las cosas.

Mark chillo cuando el Alfa apretó sus muñecas, literalmente con solo una de sus manos tomó las suyas y lo apretó con fuerza haciendo que se quejara.

-Auch, déjame...-intentó zafarse pero eso solo hizo que el agarre del extraño se hiciera más fuerte.

-¿Te gusta hacerte de rogar?-gruño apretándolo a su pecho.

Mark sentía que podría vomitar pero un segundo después el chico simplemente ya no estaba ahí y luego el sonido de piel chocando con piel lo hizo reaccionar y abrir sus ojos que no sabía cuando había cerrado.

Yuta estaba ahí eso podía explicar porque sintió paz al instante, nada que ver con que el extraño Alfa se fuera, todo tenía que ver con que el olor de Yuta le llegó y lo hizo sentir a salvo, pero ahora era lo importante. No sabía que hacer, conocía a Yuta de semanas pero estaba seguro de que era el Alfa más pacifico y amable que había conocido en su vida, sin embargo, ahora el rubio golpeaba al chico debajo suyo sin ningún control, parecía que estuviera apunto de explotar, como quisiera matarlo.

Oh, el lo iba a matar.

-Yuta, Yuta basta.-se acercó al Alfa pero este no lo escuchaba parecía ignorarlo totalmente.-¡Yuta basta!

Vio sangre y se sintió asustado, nervioso e impotente, sus manos temblaban sin saber qué hacer.

-¡Yuta!

Unos chicos que había visto con el Alfa anteriormente llegaron y corrieron hacia el rubio deteniéndolo rápidamente, Mark de inmediato corrió hacia el rubio y tomó su rostro entre sus manos.

-Yuta, Yuta, ¿Me estás escuchando? ¿Estás bien?

El Alfa parecía fuera de sí mismo, estaba enojado, tan enojado que su olor lo estaba mareando.

-¡Eres un maldito idiota, te las vas a ver conmigo!

-Cuando quieras.-gruño en voz baja el rubio que estaba siendo abrazado por el omega.

Mark negó y empujó al Alfa lejos de los otros que sostenían al chico herido, pero claro, el tipo tuvo que abrir su gran boca nuevamente.

-¿Siquiera es tu omega? Éramos amigos Nakamoto, ¿Tiene el culo de oro o que para que me golpees así?

Mark en un instante estaba siendo empujado, no cayó pero todo fue borroso, el entrenador llegó, luego el maestro Choi y luego el director. El Alfa más grande que llamaban Yoon fue enviado a la enfermería y a Yuta lo apartaron a un lado con un pequeño botiquín ya que solo le había golpeado en la boca.

Yuta aún estaba enojado, sus venas se marcaban en sus brazos mientras apretaba sus puños, los orificios de su nariz estaban abiertos y su ceño fruncido. El Alfa lo miro solo cuando Mark hizo que moviera su cabeza para tener acceso a su herida.

-¿Estás bien?-susurró.

Mark lo miro con detenimiento antes de suspirar.

-¿Te tocó?-Yuta tomó su mano entre las suyas.-Dime si ese idiota lo hizo y te juro que lo voy a matar.

El omega negó de inmediato.

-No, no, llegaste a tiempo. Estoy bien, ¿Tu lo estás?

Yuta soltó un bufido.

-Yo no importó, solo importas tu.-se encogió de hombros.-Si olieras a mi o...

El castaño apartó un mechón de su cabello y sonrió.

-¿O que?

Yuta suspiró y lo miro con frustración.

-Mark si tu... Si tu al menos fueras mi novio podría sentirme con al menos un poco de derecho de besarte o de marcarte para que estas cosas no sucedan, de al menos poder visitarte de vez en cuando...

-Podemos hacer que pase.-soltó entusiasmado girandose para quedar frente a el.-Solo...

-¿Mark?

El omega giró rápidamente cuando escuchó la voz de su madre.

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

-Me dijeron que tuviste un problema.-la mujer parecía preocupada y hasta asustada.-¿Estás bien? ¿Te hizo algo?-su madre tomó su rostro entre sus manos.-¿Te hicieron algo?

-Mamá, estoy bien. No pasó nada.-susurró tomando las manos de la mayor entre las suyas.

La mujer miro hacia un lado y observó cómo Yuta los miraba, solto un suspiro y luego se incorporó.

-Debemos irnos, mañana vendré a hablar con los padres del chico.

Mark se puso de pie y miro a Yuta con una mueca antes de salir del lugar, se sintió más tranquilo cuando al salir se encontró con la señora Nakamoto caminando en dirección a Yuta pero nada pudo calmar el miedo que sentía por lo que pasaría con el Alfa y consigo ya que su madre estaba modo pasivo-agresivo y sabía que nada podría terminar bien.


Coffee and vanilla -YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora