-Te lo digo, juré que al final de la noche me iba a pedir que fuéramos novios.
-"¿Por qué creíste eso?"
-Porque... No se.-se quejó.
"Bueno pues yo le veo sentido que no te lo pidiera, considerando que fue su primera cita." Mark podía jurar que el otro omega estaba rodando los ojos.
-Pero ya nos besamos mucho.-giró en su cama mientras lloriqueaba.-Prácticamente ya lo somos. Solo necesitamos el título.
Donghyuck rió a través del teléfono.
-"¿Por qué no se lo pediste tú? No es el año treinta, los omegas también hacen esas cosas."
-Soy de la vieja escuela, lo siento...-rodó los ojos.
-"Estás loco, Lee. Oye, tengo que hacer tarea y mi compañero no me ayuda en mucho así que tendré que dejarte."
-¿Ves lo que se siente?-pregunto con burla.
-"Jaja, si, muy divertido. Adiós, idiota."
-Adiós.-soltó en tono cantarín colgando.
Soltó un suspiro mirando hacia el techo, estaba aburrido. Su madre se había ido temprano ese día y Yuta tenía entrenamiento por lo que su idea de escaparse de su solitario hogar para ver al Alfa se vio descartada. Las cosas honestamente iban mucho mejor y si Yuta y el aún no eran oficialmente novios no veía la idea muy alejada.
Con una sonrisa se puso de pie y se dispuso a arreglar los apuntes del club de ciencias. Si, habían pasado la primera categoría de Química y ahora irían con la Física. Yuta tenía muchas cosas que hacer últimamente así que se ofreció a hacer los apuntes de ambos para ir más adelantados. Comenzó con la gravedad y el paso del tiempo (la relatividad) porque honestamente le parecía pan comido y seguramente a Yuta también porque, bueno, "el es tan inteligente" pensó suspirando enamorado.
Continuó con los apuntes de la velocidad de la Luz y las curiosidades, como que la humanidad cabía en un cubo de azúcar cuando escuchó el timbre de la puerta, frunció el ceño porque era extraño que cuando su madre no estuviera alguien llamara a la puerta, nadie lo visitaba además de Yuta y el rubio siempre le avisaba antes de ir, miro su celular por si acaso pero cómo supuso, no había nada.
Dejó sus cosas a un lado y bajo las escaleras rápidamente para abrir la puerta, sin embargo nada lo preparó para lo que vio detrás de ella.
-¿Papá?
Mark no podía creer que su papá el cual tenía más de siete años sin ver estuviera ahí frente a el, tomando una taza de té mientras intentaba no mirarlo a los ojos. Era increíblemente incómodo estar sentado frente a él después de tanto tiempo y darse cuenta de que de alguna manera se parecía mucho a él. No recordaba muchas cosas de su papá pero un recuerdo que siempre había mantenido presente era que a su padre le encantaba la moda y honestamente se alegraba de que ahora pudiera usar toda la ropa por la que lo vio lamentarse por mucho tiempo mientras lo mantenía en su regazo y hojeaba revistas en su infancia.
-No quiero ser grosero pero, ¿Qué haces aquí?-intentó preguntar delicadamente.
Su padre lo miro, su maquillaje profesionalmente aplicado en su delicado rostro.
-Debi avisar, ¿No?
-Supongo...-susurró cruzándose de brazos desviando la mirada hacia sus manos.
-Lo siento.-apartó la mirada.-¿Tu mamá...?
-Esta trabajando.-lo interrumpió.
-¿Estabas solo?
-Me quedó solo desde los trece años.-respondió encogiéndose de hombros.-¿Como supiste nuestra dirección exacta? No haz enviado nada aquí.
Su padre volvió a colocar sus manos en la taza y lo miro.
-Fui a Canada. Tus abuelos me dijeron donde estaban.
Mark frunció el ceño sintiéndose traicionado. Negó mirándolo con confusión, realmente no entendía que hacía el hombre en su casa.
-¿Y tu esposo?
-El... Está viajando mucho últimamente por negocios, así que decidí que yo también quería viajar, me mudaré aquí.-sonrió.
-Oh...-asintió sin saber qué más decir.
-Mark, se que he sido un padre horrible.-el mencionado levantó sus cejas.-Pero, ¿No es muy tarde aún, verdad? ¿Podemos arreglar esto?
El omega menor se encogió de hombros desviando la mirada, honestamente no sabía que decirle al mayor, tenía demasiado tiempo sin verlo y que simplemente se apareciera como si nada no le daba muy buena espina. Llámenlo desconfiado pero sufrió muchísimo por causa de él durante mucho tiempo e incluso aveces en el presente se lamentaba de no tener a su padre omega junto a el.
-No lo se, papá, ¿Me dejas-
El sonido de su celular interrumpió sus palabras, se disculpó con el mayor y tomó la llamada rápidamente con una pequeña sonrisa.
-Hey...
-"Hey... ¿Tú mamá ya está en casa?"
-Dios, ¿Es lo primero que me preguntas?-soltó una risa.-Aun no está, puedes venir.
-"Esta bien, me voy a duchar. Llevaré comida japonesa."
-Eres el mejor.
Después de eso colgó la llamada y miró su celular pero rápidamente recordó que su padre aún estaba frente a el.
-¿Tienes novio?
Tosió bloqueando su celular para dejarlo boca abajo.
-No.-negó y luego asintió.-Bueno, algo así.
El sonrió.
-Es genial, eres muy hermoso, Mark. Estoy feliz por ti.
Mark miro sus manos y luego suspiró temblorosamente.
-Gracias, de todos modos lo que te decía es que debo pensarlo. Cuando mamá sepa todo esto no estará contenta pero supongo que debo tomar mi propia decisión, aunque no quiero que ella piense que la estoy traicionando.
El asintió al parecer comprendiendo perfectamente su situación.
-Tienes razón, lo siento, y aceptaré lo que quieras, cariño.-sonrió colocando su mano encima de la suya, luego se puso de pie tomando el abrigo que había dejado en el respaldo de la silla.-Pero si alguna vez necesitas algo, esta es mi nueva dirección.-le ofreció un post-it que parecía haber estado listo para ese momento.-Vivo con mi ahijado pero el casi nunca está así que puedes ir cuando quieras.
Mark tomó el pequeño papel amarillo y luego de leer lo que decía miro al mayor con una pequeña sonrisa.
-Gracias, supongo...
-Gracias a ti por abrirme la puerta.
Mark acompañó a su padre a la puerta y todo se sintió surrealista cuando el hombre simplemente salió de su casa y subió a su auto estacionado en frente. Bien que estaba aburrido hace casi una hora atrás pero jamás pensó entretenerse de esa manera.
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