˶ segundo ˶

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ᕦ༼ el esclavo del rey  ༽ᕤ

෴෴෴

Su batín ondeaba a cada paso que daba por aquel terriblemente largo pasillo y sus pasos resonaban entre las paredes. Seguido del fiel Jung, alcanzó la puerta de madera tosca y ni siquiera se molestó en tocar antes de abrirla.

Su gamma y el omega recién adquiridos se encontraban tumbados sobre la amplia cama, cada uno en una dirección distinta de forma vertical.

──¡Majestad! ──Se alarmó el castaño, alzándose en seguida.

El gamma lo siguió y ambos se inclinaron ante la presencia de un rey más informal, con su cabello suelto y nada más que la fina seda cubriendo su pálido cuerpo.

Hacía una hora que habían llegado al castillo y Min comenzaba a impacientarse en la soledad de su despacho, así que había dejado el trabajo para buscar a los recién llegados. Realmente había asignado al gamma en su propia alcoba, pero este se había escabullido con el omega.

──¿Qué haces aquí? ──Le preguntó al rubio.

Este pareció encogerse mientras bajaba la mirada.

──P-perdón ──susurró a falta de excusas.

Yoongi lanzó un suspiro al aire y juntó sus manos en la espalda, cansado de que el castaño estuviese presente. Sin embargo, no quería volver a hacer llorar al gamma, así que no intentó llevárselo por el momento.

──Debo comprobar vuestra calidad, sobretodo la tuya. ──Apunto al castaño con su índice──. Así que podéis comenzar a desvestiros.

Los dos jóvenes se miraron entre sí, comenzando a temblar de forma involuntaria.

──Pero majestad... ──comenzó el moreno.

──Exacto, soy su majestad. ──Le cortó──. Y como tal espero que todo el mundo acate mis órdenes, sin excepciones.

Paseó la mirada por los dos mientras Jung cerraba la puerta, quedándose allí dentro también. Taehyung tragó saliva, pero supo que no tenía muchas opciones.

Como el castaño retiró su prenda superior, el rubio lo imitó. Siempre había sido su espejo, o al menos desde que se conocieron años atrás. Con una mirada apenada el omega se disculpó con él, porque no podía ayudarlo.

Jung regresó junto al rey y se tomó la molestia de mirar la escena de los dos jóvenes quitándose la ropa con temblores y miradas avergonzadas. Una vez estuvieron en ropa interior se detuvieron, pero eso sólo molestó al rey.

──Desnudos ──exigió, por si no habían entendido a la primera.

Aquella vez no hubo quejas o réplicas, ambos solamente deslizaron el último trozo de tela que les cubría, quedando completamente expuestos a las miradas de los alfas.

El monarca, satisfecho al fin, abandonó su asiento y se encaminó primeramente al omega contra todo pronóstico. Después de analizar su figura de arriba abajo con una mirada crítica, llevó una de sus manos a uno de los pezones para confirmar su tersura. Entonces observó su miembro, de normal tamaño y le giró para comprobar la rigidez de su trasero. Una vez inspeccionado, le tomó su diestra y lo acompañó hasta donde Jung estaba, agarrando también la mano de este.

──Considéralo un regalo, viejo amigo ──murmuró a su segundo.

El otro alfa se sorprendió al recibir el omega, pero no podía quejarse.

❝ El rey y el esclavo 𝄄 𝒀𝑶𝑶𝑵𝑴𝑰𝑵 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora