When worlds collide

02. Primera cena familiar

El clasista de Ayato no me bendijo, pero Venti sí; si no votan en este capítulo van a perder su próximo 50/50 COMO YO, P*NCHE MONA

Debería haber actualizado antes? Y sí

Me olvidé que este fic existía mientras escribía un DabiDeku? TAMBIÉN

Gracias por leer, por votar, disfruten!

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CAPÍTULO 2

Primera cena familiar

La posada Wangshu, a medio camino entre Liyue y Mondstadt, es un bullicio de comerciantes y huéspedes cuando uno a uno los Alfas invitados comienza a llegar.

Childe es el primero en llegar por su cercanía, incluso si en ese instante no sabe que más Alfas estarán arribando pronto la bella posada. Tiene un caminar despreocupado y toma asiento ordenando algo de comer. Espera con paciencia a que haya alguna noticia, ya sea de Aether, como de los mismos Caballeros de Favonius.

Entre sus dedos hay una misiva. La carta, breve de pergamino color marfil elegante y preciso, solo lo cita en la posada Wangshu exactamente a las seis de la tarde, prácticamente rogando su presencia en nombre de Aether, el viajero, aquel pequeño y escurridizo viajero con ojos como polvo estelar y espontánea sonrisa de arrogancia al empuñar una espada. Por precaución y para examinar el terreno, Childe se apresuró veinte minutos antes, observando con ojos inquisitivos a los vendedores, los puestos de fruta, las personas comiendo y riendo, ajenos a su aburrimiento y contemplación analítica.

El siguiente en llegar es Zhongli. Casi cinco minutos antes de la hora estipulada, es quien pone una mano en su hombro haciéndolo sobresaltar ante el contacto, relajándose al ver al hombre junto a él. Atrás quedó su resentimiento por haber sido usado en el contrato final de todos los contratos. Después de todo, no todos los días eras engañado por una Deidad.

El Alfa sonríe con tranquilidad.

—Que sorpresa verte por aquí, Childe.

—Diría lo mismo —Childe levanta la carta entre sus dedos, jugueteando con ella nuevamente. No es más grande que su palma, y tan brevemente escrita que, si no estuviera sellada, ni siquiera sabría quién la envía. El sello de los caballeros de Mondstadt está cerrado aún, sellado con la cera—. Recibí una particular invitación de parte de los Caballeros de Favonius para reunirme con una de sus representantes aquí...

—... a las seis de la tarde —completa Zhongli, buscando en su bolsillo y tendiéndole su propia carta. Childe la examina con ojos curiosos—. Imploran mi presencia en nombre de Aether, el viajero y aventurero.

Childe muerde el interior de su mejilla mientras lee las palabras repetidas en el pergamino de Zhongli. Apenas puede notar una diferencia de las palabras en su propia carta; la diferencia más obvia parece ser la letra, un poco más torcida y más rápida.

—Bueno, esto será interesante —murmura con una sonrisa amplia, devolviéndole su respectiva carta—. Ordené algo de comer para mí, pero eres libre de ordenar un juego de té de los que te gustan. Yo invito.

—Es muy amable de tu parte seguir invitándome después de todo —murmura Zhongli, y Childe ríe.

—Tienes un paladar tan fino, y disfrutas tanto, que no invitarte a disfrutar de lo que amas podría considerarse un pecado.

La sonrisa de Zhongli es suave, un agradecimiento sin palabras mientras toma asiento cómodamente frente a él. Son atendidos y Zhongli agrega un juego de té a la orden mientras traen la comida de Childe. Childe picotea distraídamente su comida observando el atardecer contra las nubes en el horizonte.