Sharon Smith
Había llorado toda la noche, me sentía mareada y con ganas de vomitar, no había comido ni cenado, que eso está mal para la inflamación que tengo en mi cabeza, pero se me fue el apetito con la discusión que tuve con Murat.
El no había venido a buscarme, puede que eso me haya afectado, pero también lo agradezco porque necesitaba desahogarme.
Ya eran las 12 pm, yo aún no salía de la habitación, me duché y todo, pero no quería ver a Murat y no sabía si había ido a trabajar, ya que no escuché el coche y no podía ver por la ventana, así que era incierto saber dónde se encontraba.
Necesitaba agua, pero en la habitación no había.
Dios me sentía tan mal, tenía que bajar si o si, abrí la puerta despacio y me asomé, no se escuchaba nada, bajé a la cocina y ahí estaba Estefany.
-Buenas tardes, señorita Sharon
-Buenas tardes, Estefany, me podrías dar alguna pastilla para el dolor de cabeza y el asco.
-Claro señorita, pero creo que es mejor que desayuné antes de consumir algún medicamento.
-No tengo hambre, pero gracias, solo quiero la pastilla.
-Insisto señorita, acuérdese que ayer no comió, ni ceno y la pastilla le podría irritar el estómago.
-Vale
-Le prepararé un rico caldo de pollo, con muchas verduras.
-Gracias
-No es nada señorita, no tardo
-Espera
- ¿Sí?
- ¿Dónde está el señor Murat?
-Se fue a trabajar como a las 11:30 am señorita.
-Ok, Gracias
La cabeza se me iba a partir.
Espere el caldo de pollo, pero...
-Huele raro, ¿no?
- ¿Qué?
-El caldo
-No señorita, yo cocino con cosas frescas y yo lo huelo normal.
Comí poquito, pero no aguanté, corrí al baño, me ganaron las ganas de vomitar.
-Señorita, ¿está bien?
-Si, si, no te preocupes.
-Le prepararé otra cosa.
-So.... Solo prepárame un cóctel de frutas, por favor
-En un momento se lo traigo.
Me limpié y fui a la sala, solo tenía la televisión para entretenerme, ya que aún no me había dado Murat mi móvil , ni el móvil nuevo.
Me puse a ver el rey león y estaba en la mejor parte.
Hakuna Matata, una forma de ser
Hakuna Matata, nada que temer
Sin preocuparse es como hay que vivirA vivir así yo aquí aprendí
Hakuna Matata
Hakuna MatataEstaba tan contenta, cantando Hakuna Matata, que no vi, cuando Estefany ya había traído mi cóctel.
Se veía tan fresco y delicioso.
Me comí un trozo de fresa y kiwi y...
Maldición
Devuelta al baño
-Señorita Sharon esto ya no me está gustando, le llamaré al señor Murat.
-No Estefany, no, ni una palabra de esto a Murat.
-Pero el señor...
-Ni una palabra, me iré a mi habitación a descansar y se me pasará.
Me fui a la habitación, de nuevo al baño, terminé de vomitar y me acosté, seguro se me pasará al despertar.
No se cuantas veces me desperté para vomitar, la última vez que vomité fue a las 3 de la tarde, del otro tiempo me la pase dormida, ya eran las 9 de la noche.
Me acordé de la discusión y me volví a poner en forma de feto en la cama, ya no tenía sueño, solo pensaba en lo que haría , que pasaría... estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando abrieron la puerta, hasta que vi una sombra enfrente de mi, supe quién era.
-Me dijo Estefany que no habías comido, que desde la mañana te sientes mal, no has parado de vomitar, ¿Qué tienes?
-Nada.
-Llamaré al doctor.
-No quiero ver al doctor, pasado mañana ya es la cita, para que me retiren por fin el yeso y él me dirá que tengo, hasta entonces déjame en paz, quiero estar tranquila.
-Baja a cenar entonces.
-No quiero
-Baja, Sharon.
-No quiero volver a vomitar, no tengo hambre.
-Vamos, te hace falta comer, no sabes si lo vomitaras, inténtalo.
Tiene razón, tengo que comer, pero no quiero volver al baño, lo intentaré , espero y mi estómago lo reciba bien.
Bajamos y ya estaba la cena, era una sopa, gelatinas y jugo.
Murat se sentó a mi lado, ninguno hablaba, probé la sopa, después el jugo y la gelatina, internamente festejaba que no tenía ganas de vomitar, pero creo que festeje muy rápido, en cuanto me levante del comedor, me maree y el asco regreso, corrí al baño.
-No me pidas que espere hasta pasado mañana, ahora mismo llamaré al doctor.
Soy terca, pero me sentía cada vez peor.
-Vale llámalo.
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Me enamoré de un criminal // [Sin editar]
RomansaElla (Sharon) era criminóloga, que era muy fiestera, por lo tanto, asistía con resaca a su labor profesional, un día en su trabajo le asignaron un caso de asesinato hacia un joven, ella acudió al sitio sin ser consiente que ese joven era su primo. E...