♡ ✧* Capitulo VIII ♡ ✧*

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Abrásame, no te quiero perder.

¿Como explicas la incomodidad de estar en tu propia casa pero con tus padres observando de una forma extraña a Changbin? No sabía realmente cómo hablar en ese momento.

En medio de una comida, con su propia madre queriendo asesinar a su novio.

— Un alfa, bien. ¿Estudias?

— Diseñó grafico y administración de empresas.

Si, su alfa estaba nervioso. Un poco asustado ante el padre de Félix que incluso no disimulaba lo que iba hacer.

— Changbin, me ayuda en clases, hasta ahora me ha quitado a los bravucones.— Comentó feliz, tal vez intentando que dejaran de molestarlo.

— ¿Tu futuro?, ¿que piensas hacer?

— Mamá, por favor.— Pidió con sus ojos llenos de angustia.

Sabía que algo malo pasaba, Changbin tenía su mano apretando la suya dándole apoyo. Aun después de estar un poco alejados por los espacios del comedor.

— Mi hijo tendrá un alfa, con un buen futuro y familia conocida.

— Mamá...

— Su vas a enlazarte con alguien, debe ser bueno para ti. Mantenerte y darte lo que necesitas.

— Mi alfa me quiere, nos entendemos y eso es lo que importa. Después nos preocuparemos por el dinero.

— No lo entiendes, Félix, que un alfa de la cara por ti es diferente. ¿Que pasara cuando estés en cinta y no pueda mantenerte? ¿Que pasara si su bebé no nace como quieren? ¿Y los medicamentos cuando te enfermes?

— No puedo quedar en cinta madre, y lo sabes.

— Si puedes, solo si el es capas de volverse lobo. Sino, olvídate de tener cachorros.— repuso furiosa golpeando la mesa.— Ahora mismo despídete de él, no saldrás con nadie sin que yo lo apruebe.

Frunció el ceño, incluso su aroma cambió a uno agrio. No le gustaba que su propia madre se opusiera, y su padre solo observara.

— Papá...

— Ya la oíste, terminas con el o te despides de tu herencia.

Se levantó, incluso quito el collar de su cuello que su madre le dio en su cumpleaños solo para arrojarlo a la mesa.

Changbin no comprendió, cómo podían ser tan crueles con su propia pareja.

— Ten, no quiero su herencia. No quiero su dinero, no deseo que me aten a su vida. No soy un juguete y si les digo que voy a quedarme al lado de un alfa como lo es Changbin, es porque lo haré.

— Lee Félix, escúchate bien. No podaras sobrevivir tu solo. Menso si llegas a casarte.

— Yo solo he trabajado durante dos años, puedo sustentarme. Yo solito he soportado a mis compañeros, sus abusos y los golpes. Puedo vivir sin ustedes, porque nunca me apoyaron.

— No hagas algo de lo que te arrepientas.

Probablemente era tiempo de mudarse, buscar un lindo departamento y seguir trabajando en la tarde para sus cosas. Total, faltaba solo un año de su universidad.


Tener que consolar a Félix durante tres horas no había sido muy bueno. Sin embargo se sentía culpable porque Félix había dejado todo, su herencia, familia y la oportunidad de segur viviendo en casa solo por el.

Acaricio las espaldas del menor, quien dormía tranquílelamente sobre su regazo.

— Eres fuerte, muy valiente. Pero no era necesario enfrentarte así a tus padres.

Si, era consiente de las tres maletas del menor que ahora estaban en su casa, o bueno, departamento que el mismo pagaba.

Ni siquiera recordó a ver a Félix tan triste, solo noto cuando empezó a llorar en su auto.

Solo entendió que era cierto cuando los padres del menor no dijeron nada y el corrió escaleras arriba empacando sus pertenencias, o al menos lo que había comprado con su esfuerzo.

— Mi lindo omega, peleaste mi batalla. Es mi turno de protegerte.

Lo amaba, no comprendía cómo podía sentirse triste a Félix sin una marca, como su lobo se preocupaba ante el cachorro herido que se hacía bolita.

Sin embargo ahí estaba, con la espera del momento. La ilusión y tal vez las ganas de destrozar a los padres de Félix por herirlo, por lastimar el apoyo que tenía.

— Lo siento, perdóname. Yo no quería que nada de esto pasara. No si tú ibas a terminar herido de este modo.— Podía sentir las lagrimas descender de sus ojos.

El solo quería saber quiénes eran los padres
de Félix, entender el porque el menor era muy feliz y sobre todo soportaba lo que ocurría en su contra.

— Te amo y te prometo, Félix, que cada día, de toda mi vida haré lo posible para hacerte feliz, para dejarte fuera de los problemas y hacerte saber cada día lo hermoso que eres. Sin importar el momento, lugar o situación yo haré que funcione.

La promesa de corazón es capaz de instalarse en el fondo de su corazón, es la forma en la que te sientas por cualquier cosa.

Objetivo: hacer feliz a Félix aún después del dolor.

Aunque eso significará recibir el odio y rencor de la gente de alrededor.

— Eres mi Omega, mi lindo y hermoso Omega. La luna lo sabe, y agradezco que yo sea especial en mi familia.— Rio bajo, con las lágrimas en sus mejillas.— Es curioso, tu madre dice que solo tendrás más cachorritos si tu pareja se puede transformar.

Pasó su mano por la mejilla calientita de Félix, agarrando el cabello rubio y jugando con algunos mechones suaves.

— Cuando era pequeño podía transformarme, mi madre se asustaba porque decía que un perro negro se comía sus platillos, y bueno, era yo buscando que llevarme.

Hubo un ronroneo, su pequeño Félix había echo un ruido mientras sus manos se apegaban a su pecho.

— Aquí estoy, no me iré.

— N-no m-me de-dejes...

Sonrió, nunca lo haría. Lo prometí.

— Por favor...

— No lo haré, tranquilo.— Sabía que estaba llorando, también que seguía dormido y solo estaba asustado.— Me tendrás a tu lado hoy, mañana y siempre bebé.

No me abandones, porque yo te amo


Nos leemos en  el próximo capítulo ^^

2/5

𝑳𝒂𝒛𝒐 ☆♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙♡☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora