Bésame, porque amo demasiado estar contigo.
☆Trabajo, esfuerzo. Momentos donde tuvo que hablar fuerte para obtener un puesto en una empresa digna.
Aunque sea podía presumir de tener una bonita casa, estar casado legalmente con el hombre que amaba aún sabiendo que sus padres estarían más molestos que antes.
Y bueno, ahora no se podía quejar. Solo de sus malestares al despertar, porque no quería despegarse de los brazos fuertes de su pareja.
Porque lo amaba y no quería soltarlo.
— Changbin, no quiero.— Se quejó, no le gustaba el aroma fuerte que desprendía la comida.
— Vamos, solo un poco. Si sigues así tendremos que ir al doctor.
— Me da asco, no quiero.— Puchero, no le gustaba la comida con aroma fuerte y desde hace meses ya no quería comer demasiado.
— Cariño, te enfermaras y yo no deseo tenerte en cama.
—En la cama si, solo cuando tú eres el , causante. ¿No? — Se burló, pero la mirada sería de su esposo le hizo saber que hablaba en serio. Está bien, solo poquito.
Abrió su boca aceptando la comida y masticando. Dejando que el sabor fuera el mejor, tragando para sonreír ante su mayor que sonrió satisfecho.
Los demás bocados llegaron, y el olor fue parte del pasado cuando lo tomó en su boca y disfrutó de la comida hasta que su platillo estuvo vacío.
— Ahora, ve a ducharte para irnos.— Ambos trabajaban en el mismo lugar, una empresa pequeña que apenas iniciaba.
Obviamente, en diferentes puestos y portando importancias distintas. Sin embargo ambos llegaban juntos.
Suspiró ante el cansancio, podía sonreír por tener a Félix como quiso. Feliz en una casa propia y un poco grande, manteniendo un trabajo mientras se volvió su esposo solo por una celebración pequeña.
No fue grande, incluso el anillo pareció ser más caro que el evento. Algo que sus hermanos y padre tuvieron que ver, ya que ellos le habían ayudado a pagar todo.
— Dios, ¡Félix! — Era tarde, había pasado ya una hora y la mejor forma era gritar el bonito nombre.
Subió las escaleras cruzando el pasillo. Entró a la habitación buscando a su Omega, un momento donde se puso inquieto ante la preocupación que sintió a través del lazo.
— Cariño, ¿Donde estas?
El ruido del baño le dió la respuesta, cuando entró y tuvo miedo ante un Félix jadeante sentado en el suelo mientras parecía llorar bajo.
— Bebé, ¿Que ocurre? — Lo intentó tomar de sus manos para sacarlo de su escondite.
Cuando creyó lograrlo su menor lo empujó para abrazar casi al inodoro y vomitar entre arcadas fuertes, las que parecían dolorosas ante los quejidos de Félix.
— Está bien, estoy aquí.— Le acarició la espalda esperando.
Mandando un mensaje a su jefe para decirle que no irían por problemas de salud.
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𝑳𝒂𝒛𝒐 ☆♡𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙♡☆
Hayran Kurgu𝑭𝒆𝒍𝒊𝒙 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒋𝒐𝒗𝒆𝒏, 𝒖𝒏 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂 𝒑𝒖𝒓𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒐𝒄𝒉𝒐 𝒂ñ𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒄𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒂𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒔𝒖𝒑𝒓𝒆𝒔𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐. 𝑷𝒓𝒐𝒃𝒂𝒃𝒍𝒆𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆...