𝙏𝘼𝙆𝙀𝘼𝙒𝘼𝙔 𝙔𝙊𝙐𝙍 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏 || 𝑺𝒐𝒏𝒊𝒄 𝑴𝒐𝒗𝒊𝒆 𝑨𝑼

Capítulo III ─ ❛ El niño no humano ❜

Tras su debido momento de trance, Arthur sonrió empático, aliviado y contento, tal cómo el resto de las compañeras de Maddie, se sentía tan feliz como ellas, que también tenía que expresarlo.

—Vaya... ese tipo de noticias no se escuchan todos los días—Mencionó de manera amigable—Te felicito Maddie, de verdad... eres una mujer muy buena y feliz al lado de tu esposo, merecen ser felices—

Maddie sonrió ante las palabras del pelioscuro; el tiempo que compartía con sus compañeros puede no ser mucho a diferencia de las amistades verdaderamente confiables, pero con sólo verlos y observar lo muy alegres que llegaban a ser le bastaba, incluso saber un poco más acerca de ellos.

De todos, Arthur y Maddie portaban un anillo de bodas en sus dedos anulares, lo que indicaban que eran los únicos unidos en matrimonio por una pareja que realmente aman. Cassie era la más joven del pequeño grupo de médicos, su propio físico lo delataba, por lo que, desde luego, aún no tenía una pareja con la cuál pasar el resto de sus días. Y por último, pero no menos importante, estaba Rose, cuyo nombre era Rose Marie, estaba en el intermedio de toda la situación amorosa, entre la soltería y el matrimonio, pues ella cuenta con un novio.

—De verdad se los agradezco a todos, no tengo palabras para expresar mi gratitud con ustedes—Volvió a agradecer la morena

Sus compañeros sonrieron al mismo momento, les conmovía por dentro y por fuera la experiencia que tenía una amiga para cada uno, sin lugar a dudas. La alegría hubiese sido mucho más extensa ante el pesar del sonido de la puerta principal abriéndose una segunda vez.

Con tan sólo asomarse, esta vez solo se trataba de una persona recurrente a la clínica, en compañía de su aparente mascota, un gato adulto de pelaje pelirrojo.

—Bueno chicos, de verdad me conmueven, pero supongo que es hora de volver al trabajo—Rose acomodó sus lentes un breve segundo y se levantó de su asiento

—Odio volver a la realidad, pero Rosie tiene razón—Cassie siguió a su puesto de recepcionista, bufando un poco por la interrupción

—¿Otra vez con esos apodos?—Cuestionó la apodada, mientras le daba un ligero golpe en el hombro a la más joven—Mejor concéntrate y vuelve a tu puesto—

Cassie masajeó su hombro golpeado, y sin decir una palabra, asintió tanto como para Rose, como a los dos restantes.

Arthur quiso consolar tanto a la más joven del grupo como a la mujer con lentes—Chicas, saben que no hay problemas, siempre podemos hablar cuando queramos...—Volteó hacia la morena—Bien Maddie, andando—

Maddie, al igual que Cassie, se limitó un poco a asentir y acompañar a Arthur por su propia dirección, a la sala encargada de la atención veterinaria.

• • •

El sol parecía apuntar poco más allá del mediodía, y las nubes, aunque algo escasas, lo acompañaban; un clima normal, agradable... y algo cálido se presentaba el día de hoy.

Y siendo pasado mediodía, parecía ser que cierto erizo aún no se levantaba de su descanso.

Entre el cantar de los pájaros en sus nidos y el andar de la fauna del bosque, unos pequeños ronquidos asomaban el agujero de la cueva del niño, y este último, dormía tan mal que se encontraba durmiendo en el piso, fuera de su pequeña cama. Abrió sus ojos al sentirse algo incómodo, y es que razón no le faltaba; con sólo sentarse se percató que durmió mal, y luego con ver sus pies, recopilaba que sus propios pies también pasaban por un mal momento, aún no conseguía un par de zapatos “nuevos”.

Pero eso no le permitió pasarla de todo mal.

—¡Buenos díaaaas Green Hills!—Masculló el pequeño erizo desde la entrada de su cueva, logrando asustar a las aves—¡Llegó su preciada criatura del espacio!, ¡descansada y lista para más aventuras!—