En resumen: Harry, un omega al cual ingresan en un internado después de la muerte de su madre, conoce a Louis, un alfa que lleva toda su vida en ese internado, cuando eran adolescentes, mucho antes de que la vida de Harry cambiase radicalmente y tuv...
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—Ey, amor, se ha ido todo el mundo—Susurró Louis moviendo delicadamente su hombro para despertar a Harry, que se había dormido en el sofá de Liam después de la intensa tarde.
El omega bostezo y restregó sus ojos en el hombro del alfa antes de abrirlos.
—Lo siento, creo que me he dormido—Susurró.
—Me he dado cuenta—Sonrió el alfa.
—Es que ha sido tanto tiempo sin poder dormir bien por esto que al verlo por fin cerrado no sé, me he dejado llevar.
—Ya está, dentro de poco todos nuestros días serán así.
—Tengo que hablar con mi padre.
—Collin lo ha hecho, también se ha ido a casa, me ha dicho que te llamará mañana para que habléis, quería decirte algo en privado.
—Genial, vamos a mi piso—Dijo Harry—¿Dónde están Niall y Lea?
—Con Zayn y Liam en el centro llevando a Diego a casa, Collin ha huido en cuanto ha tenido oportunidad, pero Diego le ha pedido el teléfono para decirle algo sobre sus flores favoritas, no sé, se traen algo esos dos.
—Ojalá y no le pueda el miedo, lo valiente que es para algunas cosas y lo cobarde que es en otras. En fin, ¿nos quedamos aquí esta noche?
—Claro, vamos, anda, no quiero que nos encuentren aquí cuando vuelvan.
Salieron de la casa del beta cogidos de la mano y a Harry le recorrió por el pecho una oleada cálida y familiar, no sabía cuanto había deseado poder hacer eso con él por su barrio, donde todos lo conocían.
Harry abrió la puerta con sus llaves adornadas por todos los llaveros que Louis le había regalado durante esos años de sus veranos y este sonrió al ver como siempre le acompañaba algo suyo.
Tocó el botón del ascensor, era pequeño y estrecho, aunque no era la primera vez que el alfa subía en ese ascensor nunca lo había hecho con un Harry embarazado de cuatro meses. Louis pensó por un momento si Harry cabría en él cuando las puertas se abrieron. Pero las escaleras eran aún más angostas y tenían pinta que cederían bajo el peso de ambos.
Harry le cedió el paso a Louis el cual entró pero estiró rápido de la camiseta del omega para acercarlo a él, culpando al reducido espacio del ascensor, quedando su cuerpo entre el del omega y el espejo sucio y algo roto de ese pequeño ascensor. El espacio era realmente pequeño y cuando la puerta se cerró sonrió al ver que aunque se separasen no habría mucho espacio entre ellos.
—¿Y esto?—Preguntó el omega bajando un poco la cabeza haciendo que sus frentes se juntasen—Un segundo—Comentó separándose para darle al botón número 8 y luego volvió a su posición anterior—Esto va lento, así que nos da algo de tiempo si es lo que querías.
—Genial porque quería acortar las distancias contigo desde que me he dado cuenta de lo sexy que estás con nuestro cachorro en tu vientre—Dijo Louis.
