Bone Painting Coroner

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 68: ᴇɴᴄᴀʀɢᴀᴅᴏ ᴅᴇ ᴛᴏᴍᴀʀ ᴀᴍʙᴀs ᴄᴀʙᴇᴢᴀs

Encargado de tomar ambas cabezas

Ji Yunshu no redujo la velocidad ni un poco, deambulando por las bulliciosas calles hasta que llegó a un pequeño y tranquilo camino.

Ahora estaba rodeada de casas más pequeñas. En ese pequeño camino, se colgaron faroles rojos en las esquinas de cada casa. Aunque esta pequeña calle no era tan animada como las calles principales, ¡tenía un cierto encanto propio! Siguió adelante, giró en dos esquinas más y llegó a su destino: la Mansión Ji.

Ji Yunshu volvió a acelerar, huyendo del clima extremadamente frío.

En esta noche silenciosa, el sonido de una teja rompiéndose se podía escuchar detrás de ella. El sonido reverberó claramente, rompiendo el silencio que la rodeaba. Ji Yunshu desaceleró gradualmente hasta que se detuvo. Su mirada vigilante recorrió los tejados a su alrededor, pero la oscuridad de la noche era impenetrable.

Su intuición de mujer le advirtió que había alguien a ambos lados del techo. De hecho, esta persona ciertamente no estaba sola.

Todavía estaba contemplando las posibilidades cuando una flecha atravesó la oscuridad e interrumpió sus pensamientos. La punta de la flecha fría y las plumas blancas brillaron peligrosamente mientras volaba hacia Ji Yunshu como un meteorito. Era demasiado tarde para que Ji Yunshu lo evadiera. Sólo podía ver con impotencia cómo la afilada punta se acercaba gradualmente a ella, volviéndose más clara y más grande a medida que se acercaba.

Estaba en la flor de su vida y todavía tenía que disfrutar de la vida. ¿Iba a morir aquí?

Ella estaba extremadamente poco dispuesta.

¡Justo en este instante, supo que, salvo por un milagro, esa flecha perforaría su pecho y entraría en su corazón!

... ¡Y dicho milagro realmente sucedió!

Una mano grande la agarró por la cintura por detrás y la apartó del camino. ¡Perdió de vista la flecha cuando Jing Rong la obstruyó y en el último momento agarró la flecha con sus propias manos!

Con una mano sostuvo la cintura de Ji Yunshu y atrapó la flecha con la otra. Sus ojos se posaron en la flecha y una frialdad nunca antes vista brilló a través de ellos: ¡la fría luz de la ira!

Un tenso silencio impregnaba su entorno.

Ji Yunshu todavía jadeaba por el susto que recibió. Sin esperar a que se recuperara, la boca de Jing Rong se acercó a su oído y susurró: "¿Ves ese callejón de allí?"

Ji Yunshu miró y vio la entrada a poco más de cinco metros de ellos.

¡Ella asintió!

"Contaré hasta tres. A la cuenta de tres, huye lo más rápido que puedas. ¿Entiendes?"

Ella asintió.

"¡Uno, dos, tres, corre!"

Simultáneamente, Jing Rong la soltó y Ji Yunshu corrió hacia el callejón con todas sus fuerzas. De repente, más de 10 personas vestidas de negro saltaron desde la azotea. Cada uno de ellos sostenía una espada afilada en sus manos, rompiendo la quietud de la noche.

De inmediato, se dividieron en dos grupos; algunos lucharon contra Jing Rong mientras que otros persiguieron a Ji Yunshu.

Jing Rong saltó y envió algunas patadas directamente al pecho de algunos de ellos. Luego, aterrizó y bloqueó la entrada del callejón.

"¿Quién eres?" Jing Rong preguntó en un tono autoritario.

Los hombres de negro asediaron la entrada del callejón. A pesar de la tela negra que cubría sus rostros, la crueldad en sus ojos aún se podía ver claramente y su intención asesina se sentía con fuerza.